Los Premios Oscar no toman en cuenta películas producidas en otra lengua que no sea el inglés, para ellas tiene una categoría especial, la de Mejor película extranjera que empezó a entregarse en 1947. Desde entonces, solo 24 películas latinoamericanas han entrado al grupo de películas seleccionadas y solo dos de ellas ganaron el premio: “El secreto de sus ojos” en 2009 y “La historia oficial” en 1985, ambas producciones argentinas.

Por eso es importante el premio recibido por una película chilena en una categoría diferente a Mejor película extranjera. El Óscar al mejor cortometraje animado se entrega desde 1931. Este año, 2016, ”Historia de un oso", del chileno Gabriel Osorio, logró el Óscar en esta categoría. 

El productor, Patricio Escala, puntualizó que se trata del primer Óscar que logra Chile, y se despidió en español con el grito de:  "Un gran abrazo para todos y ¡viva Chile!”.

El corto compitió contra: "Prologue", de Richard Williams e Imogen Sutton; "Sanjay's Super Team", de Sanjay Patel y Nicole Grindle; "We Can't Live without Cosmos", de Konstantin Bronzit, y "World of Tomorrow", de Don Hertzfeldt. 

"Historia de un oso" narra la historia de un papá oso que, a través de un diorama, recuerda cómo fue secuestrado por unos uniformados, alejado de su esposa y su hijo y forzado a trabajar en un circo. 

Durante la ceremonia Osorio habló en nombre de todo e equipo de Punk Robot, la productora que trabajó en el proyecto por cuatro años, dijo en inglés: ”Estamos realmente felices ahora. Queremos darle las gracias a la Academia, a nuestras familias y a todos en Chile, quienes confiaron en nuestro trabajo. Quiero dedicar el premio a mi abuelo, quien inspiró esta historia. Y a todas las personas que sufrieron en el exilio. Que esto nunca más vuelva a ocurrir”.