Bolívar derrotó a The Strongest (1-0) en el primer clásico de la Copa boliviana. La Academia mostró mayor fortaleza física y sacó la ventaja en el segundo tiempo ante un rival que viene de hacer un paro y tiene más la cabeza en la crisis institucional y económica que atraviesa.

Si algo demostró el clásico de este miércoles es que la Copa Bolivia no genera gran expectativa. El partido más importante del fútbol boliviano hoy por hoy no se jugó a estadio lleno y la intensidad en la cancha no fue, ni de cerca, la que se vivió en el del torno ‘todos contra todos’. Al final fue triunfo de la Academia por la mínima diferencia.

El encuentro fue, incluso, aburrido en grandes tramos. Ninguno de los dos equipos impuso una gran intensidad y las ocasiones de gol fueron escasas.

Al Tigre le pasó factura el no haber entrenado los últimos días, pues sus jugadores están en paro por la falta de pago de sus salarios. La Academia, en cambio, sintió el trajín de estar disputando también la Copa Sudamericana.

Por eso, el primer tiempo pasó sin grandes zozobras para ninguno de los dos equipos. El juego fue más disputado en el medio campo y se vio, también, demasiado cortado por constantes faltas.

Las más claras de Bolívar en los primeros 45 fueron gracias a remates de larga distancia y el Tigre recién inquietó en los últimos minutos con contragolpes por las bandas, pero siempre falló en el pase final.

Sin goles en el marcador, ambos clubes encararon el segundo tiempo con el mismo libreto que la etapa inicial. De hecho, las ocasiones de gol siguieron siendo escasas y las únicas sensaciones de peligro parecían llegar por errores defensivos.

Empero, fue partir de la hora del partido que quedó evidenciado que la Academia está en mejor condición física que el club atigrado.

Las variantes que practicó el cuerpo técnico atigrado no rindió frutos para controlar a un Bolívar que se hizo dueño del encuentro gracias a que se mostró más integro en lo físico. Los de Achumani no se acostumbraron a jugar con un doble 9 y Bolívar no paró de insistir en jugar por las bandas.

Por eso, Bolívar pudo anotar el primero tras una buena jugada colectivas, pero el remate de Robson Matheus fue despejado por el pie del portero Alejandro Torrez.

A los 74, el mismo Matheus habilitó a Batallini con un ‘taquito’. El argentino lanzó un centro que fue despejado por Torrez, pero el balón quedó en los pies de Cataño y el colombiano con un remate suave y bien ubicado anotó el primer gol celeste.

El gol denotó que el Tigre se quedó sin gasolina. Nunca encontró la fortaleza física para inquietar a Bolívar y, en cambio, fue presa de la desesperación. Para muestra un botón: Daniel Lino vio la roja directa tras una dura entrada contra Batallini.

Así, Bolívar se llevó el primer clásico de la Copa y suma tres puntos importantes para empezar a subir posiciones en su grupo; el Tigre, en cambio, tiene más preocupaciones fuera que dentro de la cancha agobiado por deudas salariales que alcanzan hasta los 3 meses en algunos casos.