Bolívar es un equipo de dos caras. En ataque es una máquina de hacer goles, pero en defensa otorga demasiadas licencias y esta noche lo pagó caro: terminó perdiendo con Palmeiras en el Hernando Siles de La Paz (2-3).

El primer tiempo fue un partido para el olvido celeste. Bolívar nunca pudo sentirse cómodo en cancha, no encontró las ideas para llevar riesgo al arco brasileño y sufrió, en demasía, con cada pelota que el conjunto visitaba lanzaba a su lado del campo.

Y es que el Palmeiras desarrolló un juego simple pero efectivo. Tuvo una doble línea de cuatro para cortar los espacios al ataque celeste y cuando recuperaba el balón buscaba pelotazos a la espalda de la defensa académica, tratando de aprovechar la velocidad de sus atacantes.

Precisamente el centro delantero del conjunto brasileño, José Manuel López, fue una pesadilla para la defensa celeste, en especial para Jairo Quinteros.

Y es que López era el encargado de presionar, en ciertos momentos, la salida de Bolívar y siempre supo jugar con inteligencia para ganar los espacios.

Precisamente a los 19, el delantero supo presionar la salida de Quinteros, le arrebató el balón y encaró solo a Lanzillota, a quien dejó en el camino y metió el primero en arco vacío.

El gol significó un baño de ansiedad y nerviosismo para Bolívar, que perdió el libreto de ataque y empezó a lanzar centros sin riesgo al área brasileña.

Solo uno de ellos logró llegar a la cabeza de Robson Matheus, pero su disparo fue directo a las manos de Weverton.

Palmeiras, en cambio, siguió el mismo juego, buscando ganar las espaldas de la defensa celeste y también aprovechar sus errores en salida.

La presión volvió a surgir efecto a los 45. Nuevamente López robó el balón a la salida celeste, esta vez a Erwin Vaca, y lideró un contragolpe de tres jugadores del cuadro brasileño contra solo un defensa bolivarista.

Así, tras una linda triangulación, Estevao puso el dos a cero.

Con el resultado en contra, Bolívar salió con más intensidad en el segundo tiempo y la entrada de Jhon Velásquez le dio una mayor amplitud en el juego, permitiendo que los desbordes no se centren solo en el extremo izquierdo.

Eso permitió que el Palmeiras se vuelva un equipo más amplio a la hora de defender y permitió dar más espacios a Patricio Rodríguez para desbordar por el lado izquierdo.

El argentino aprovechó bien su buena habilidad con el balón y lanzó dos centros precisos que fueron aprovechados por Fabio Gómez para empatar el encuentro con dos goles en menos de 15 minutos (56’ y 69’).

Parecía que con el empate, Bolívar será una máquina imparable, pero volvió a salir a flote su fragilidad defensiva.

Palmeiras volvió a animarse a atacar, López nuevamente encontró los espacios y lideró una jugada que, tras una pifia, cayó en los pies de Mauricio Magalhaes, que con un fuerte remate volvió a vencer a Lanzillota (73’).

El gol del conjunto brasileño fue un golpe de KO para Bolívar, que perdió todo el ímpetu y lucidez que había logrado ganar minutos atrás.

Por eso, los últimos 15 minutos tuvieron la misma dinámica. Bolívar manejó el balón, pero no encontró las ideas ni espacios para estar cerca del empate.

Además, el conjunto brasileño cerró más los espacios  y siguió apelando a pelotazos para que López gane las espaldas de la defensa. Así, anotó el cuarto, pero el tanto fue anulado por posición adelantada.

Así, Bolívar perdió en La Paz y cedió mucho terreno en su lucha por clasificar a los octavos de final de la Libertadores.

La Academia deberá ir a buscar puntos, sobre todo, a Perú – cuando visite a Sporting Cristal- para pelear por estar entre los 16 mejores del continente por tercer año consecutivo.