El Tigre fue su peor enemigo en toda la serie que jugó contra el Bahía brasileño. Este martes, tras haber empatado en La Paz la pasada semana (1-1), hacía un buen partido en Brasil, pero un tonto – y dudoso- penal y una expulsión exagerada sellaron su destino. Terminó goleado (3-0) y quedó eliminado de la Conmebol Libertadores.

La pasada semana en La Paz, el Tigre jugó con uno mes desde el minuto 3 y lo terminó pagando cediendo un empate. Esta noche, hizo un buen partido hasta los 40 minutos, cuando el árbitro Carlos Betancur Gutiérrez cobró un penal dudoso, o “penalito”, como se dijo en la transmisión internacional.

Hasta ese momento, el club brasileño solo había rematado una vez contra el arco de Banegas, pero esa jugada cambió el partido. Chiatti falló en el despeje y, desde el suelo, ganó el balón rozando a un jugador brasileño. El árbitro cobró penal – con delay y sin VAR- y Rodríguez anotó el primero.

Los del Tigre se sintieron perjudicados y su frustración se trasladó al juego. Los atigrados perdieron las líneas y empezaron a jugar con torpeza.

Así, cinco minutos después, Adrían Jusino fue a disputar un balón con mucha agresividad. Se barrió de atrás, pero no llegó a impactar con dureza contra su rival. Aún así, el árbitro optó por sacar la roja y ahí terminó el partido.

El segundo tiempo pasó a la anécdota. Con el hombre demás, Bahía hizo lo que quiso con un desorientado equipo atigrado, y solo tardó tres minutos en poner el 2 a 0 gracias a Ademir.

El mismo jugador brasileño anotó el tercero a los 63 y después los locales empezaron a bajar el ritmo, sabiendo la lleve estaba cerrada.

Así, el Tigre inicia una temporada para el olvido, eliminado de la Libertartes y también del torneo amistoso boliviano.