Tras dar doping positivo en los JJOO, Ribera afirma que el error fue de uno de sus médicos e inicia su defensa
Ribera, que dio positivo por furosemida, afirma que el error fue de uno de los médicos que trabajaba con ella para los Juegos Olímpicos, ya que la sustancia habría estado en uno de los suplementos deportivos que le proporcionaba.
Tras dar positivo en una prueba de doping en los Juegos Olímpicos, la nadadora y abanderada boliviana María José Ribera salió al frente para dar explicaciones y afirmó que el error fue de uno de los médicos que trabajó con ella de cara a la competición.
A través de un video difundido en las últimas horas, Ribera afirma que el día que compitió en los Juegos Olímpicos, en la prueba de 500 metros libres, donde finalizó en la posición 28 de la clasificación general, se le realizó un control de rutina y “grande fue mi sorpresa”, dijo, cuando se le informó que dio positivo por un componente llamado furosemida.
“En la vida escuche de esa sustancia”, afirmó Ribera y aclaró que el furosemida no ayuda en su rendimiento deportivo e, incluso, les perjudicial ya que puede provocarle deshidratación.
En ese sentido, Ribera afirma que el error fue de uno de los médicos que trabajaba con ella para los Juegos Olímpicos, ya que la sustancia habría estado en uno de los suplementos deportivos que le proporcionaba.
“Nos dimos cuenta que el error provino de uno de los profesionales con los que vine trabajando (…) trabajo con siete profesionales, entre ellos el médico en el cual confiaba plenamente”, relató.
"Estoy trabajando con fe y compromiso para esclarecer todo. No permitiré que mi carrera, construida con tanto sacrificio, sea manchada por algo que va en contra de mis principios", añadió.
Ante esa situación, Ribera anunció que inició su proceso de defensa, con un equipo internacional, para tratar de demostrar que fue un error involuntario del que ella no tenía conocimiento.
Finalmente, Ribera dejó en claro que el usar sustancias prohibidas va en contra de sus principios y aseveró que no desarrolló una fructífera carrera para, ahora, “manchar el nombre de Bolivia y el mío”.
De forma extraoficial, se conoce que Ribera podría enfrentar una suspensión de dos años de toda actividad deportiva.