En un partido intenso y luchado, The Strongest logró sacar su típica garra y se impuso a Palmaflor (2-1) en el partido de ida de las semifinales del torneo boliviano.

Los de Achumani jugaron con uno menos desde los 40 minutos del primer tiempo, tuvieron que sobreponerse a haber fallado un penal y hasta un sorpresivo gol en contra.

Y es que el Tigre volvió a mostrar que su fuerte no es jugar de local y carece de ideas ofensivas para abrir defensas cerradas. Además, a los 18 falló un penal – Salvatierra atajó el remate de Arrascaita- y, por si fuera poco, recibió un gol en casi el único remate de su rival.

A los 38 minutos, Igor Suárez recibió un rebote al borde del área grande y con un fuerte remate raso venció la resistencia de Guillermo Viscarra. Dos minutos después, Aponte fue expulsado en el local y, así, parecía que al Tigre se le venía una pesadilla.

Sin embargo, a los 44 apareció uno de los fuertes del Tigre: el remate de larga distancia. Saucedo mandó un potente remate que se coló en el ángulo del arquero Salvatierra y empató el partido.

Con uno menos, The Strongest salió al segundo tiempo a “matar o morir”. El técnico Cristian Díaz mandó al campo de Amaral en lugar de Chura y decidió encarar un partido de ida y vuelta.

Por eso, los primeros minutos del complemento fueron de control territorial de Palmaflor, que buscó adelantar sus líneas para buscar la victoria, pero siempre le faltó una verdadera determinación para complicar a la defensa atigrada.

Y es que el Tigre tuvo en Adrián Jusino a su muralla defensiva, junto a un correcto trabajo de Richet Gómez y un siempre voluntarioso Gabriel Esparza logró controlar los intentos ofensivos del visitante.

Además, Díaz mandó al campo a Henry Vaca para tratar de dar salida a un equipo que no tuvo mucho fútbol, pero si garra y, por eso, logró generar tres chances de gol con remates que salieron cerca del arco defendido por Salvatierra.

Los minutos pasaban y el Tigre no podía generar jugadas ofensivas ante un rival que se empezaba a conformar con el empate, a pesar de tener un hombre más.

Tanto fue el conformismo visitante que empezó a regalar el dominio del balón al Tigre y los de Díaz aprovecharon la única jugada profunda que lograron crear.

Vaca lanzó un pase en profundo a Diego Wayar, quien desbordó por el carril derecho y lanzó un centro raso y pasado que fue empujado por Enrique Triverio a los 79 minutos.

Era el 2-1 para el Tigre que, con la ventaja, se dedicó a tratar de controla el ritmo del encuentro y conservar la ventaja de cara a la revancha.

El partido de vuelta se jugará en Cochabamba el próximo miércoles a las 16:00 hrs.