Sin fútbol ni suerte. The Strongest volvió a ceder puntos de local ,esta vez ante un modesto Caracas, y empieza a despedirse de la Libertadores.

Fue un partido flojo de los de Achumani, que sigue sin encontrar el rumbo futbolístico y, al menos a nivel internacional, no le acompaña la suerte.

Y es que el equipo de Díaz no tiene creatividad en el ataque. Todos sus intentos pasan por alguna genialidad de Amaral o alguna jugada individual de Henry Vaca y, así, es difícil.

Por si fuera poco, esta noche el Tigre no tuvo un buen partido en defensa. Un Esparza improvisado de lateral estuvo perdido y el equipo venezolano se perdió al menos dos claras oportunidades de gol en la primera etapa, tras excelentes contragolpes.

Empero, a pesar de sus limitaciones, el Tigre logró ponerse en ventaja. Un centro de Amaral fue bajado por Triverio y Prost abrió el marcador. Fue un espejismo.

Y es que en la segunda etapa el Tigre decidió tratar de controlar el partido y, salvo por algún remate de larga distancia, no generó peligro.

La visita, más pasiva que en la etapa inicial, primero se consolidó en defensa y en la parte final del  complemento intentó adelantar sus líneas.

Y fue en uno de sus procos ataques que logró el empate, tras una pifia de Demiquiel. El joven defensor aurinegro no pudo rechazar el balón y lo dejó servido para que Akyinola lance un buen remate raso que venció a Viscarra, para el 1-1.

El gol fue un golpe del que el Tigre no logró recuperarse y tuvo que conformarse con un nuevo empate, que pudo ser peor si el visitante tenía mejor puntería.

Así, el Tigre ya perdió cuatro de seis puntos en La Paz y ve lejano, incluso, el lograr el pase a la Sudamericana, premio consuelo para quienes quedan en tercer lugar de sus grupos.