Histórico.Argentina, con un Lionel Messi como su máximo estandarte, derrotó a Brasil en el mismo estadio Maracaná y se consagró campeón de la Copa América. La albiceleste rompió una sequía de 28 años sin ganar títulos con su selección mayor.

El partido no fue bien jugado, pero fue intenso. Sin grandes chances de gol, siempre tuvo un ritmo alto de juego y Argentina aprovechó un de los dos únicas chances de gol que tuvo para llevarse el triunfo.

Ciertamente, fue dos etapas distintas del encuentro. En los primeros 45 minutos se vio a una Argentina más atrevida, tratando de asfixiar a una Selección brasileña que estuvo lejos del nivel que venía demostrando los últimos años.

Por eso, la Albiceleste apeló a un juego simple. Quitar la pelota y tratar de meter pase en profundidad y al espacio vacío para tratar de ganar en el juego individual. Y así llegó el gol.

A los 22 minutos, De Paul metió un pase profundo par Di María. El ‘Fideo’ aprovechó el mal cierre de Lodi para encarar solo a Ederson y con un lindo ‘globito’ anotó el único tanto del encuentro.

El gol, en la primera etapa, no cambió la tónica del encuentro. Brasil nunca logró sentirse cómodo en el campo y Argentina siempre creció en confianza.

Ya en el segundo tiempo pasó lo predecible.Brasil adelantó sus líneas y asfixió a un equipo albiceleste que solo atinó a defenderse, siempre con firmeza y orden.

Por eso, la Canarinha casi nunca pudo encontrar las rtas para inquietar el arco argentino. Neymar estuvo siempre bien controlado por Montiel, Otamendi y Romero y no logró ser ese jugador que el local necesitaba para igualar el encuentro.

Tite, viendo que los caminos estaban cerrados, puso a todo su armamento ofensivo en el campo. Neymar, Vinicius, Firminho, Gabigol estuvieron en la cancha, pero siempre con los caminos cerrados.

De hecho, la jugada más peligrosa que tuvo Brasil fue gracias a una serie de robotes. A costa de centros, la defensa argentina no pudo despejar el balón y un potente remate fue bien sacado Emiliano Martínez, el mejor arquero del torneo para la Conembol.

Así transcurrieron los minutos y fue en el epílogo del encuentro cuando Argentina tuvo una inmejorable oportunidad para liquidar el encuentro. Un rápido conrtragolpe gestado entre Messi y De Paul terminó con el argentino en el área chica, solo frente a Ederson. La ‘Pulga’ quiso pisar el balón para eludir al arquero, pero el campo de juego le jugó una mañana pasada, posibilitando que el arquero brasileño se quede con el balón.

Es, quizás, la única mancha en un torneo inolvidable para el 10 argentino, que ganó su primer título con su Selección y además consagrándose como el goleador y el mejor jugador del campeonato.

No hubo tiempo para más. El árbitro pitó el final del encuentro y, más importante aún, marcó el final de una maldición de 28 años que persiguió a la Argentina.