10 de mayo (Clarín).- Las imágenes, demasiado explícitas como para dejar resquicios para dobles interpretaciones, recorrieron el continente y silenciaron, en buena medida, la gran victoria conseguida por Defensor Sporting en Medellín, ante Atlético Nacional. Sin embargo, con el paso de las horas, lo que pintaba encaminado a una dura sanción para Ramón Arias y Matías Malvino, los futbolistas del equipo uruguayo que protagonizaron una fiesta con un grupo de mujeres en una de las habitaciones del hotel donde estaban concentrados, parece derivar hacia un tirón de orejas y no mucho más.

"Hay que analizar el asunto con más tranquilidad y con la cabeza fría. Esto fue noticia ayer, pero en dos días ya se estará hablando de otra cosa", explicó el presidente de Defensor, Daniel Jablonka, al diario uruguayo El País, y aclaró que, en caso de aplicarse un castigo a los dos jugadores, se hará "a nivel interno y no se hará público", dando a entender que la sanción, de existir, será mínima.

"Que pasen cosas de este tipo no es como si no hubiera pasado nada. Se les había dado tiempo libre y cometieron un error, que es el que tenemos que evaluar", analizó Jablonka tras el regreso del plantel a Montevideo, despuás del 2-0 en Medellín, que dejó al conjunto montevideano a un paso de las semifinales de la Copa.

Antes del partido de vuelta, que se disputará el jueves próximo en el Centenario (el equipo colombiano no aceptó jugar en el Luis Franzini, donde habitualmente es local Defensor), el equipo uruguayo deberá presentarse mañana, por el certamen local, ante Wanderers. Entonces se verá qué hará el entrenador Fernando Curutchet, quien, según trascendió, había decidido inicialmente separar del plantel a Arias y Malvino.