La imagen de Diego Maradona en el palco del Zenit Arena de San Petersburgo durante el duelo entre Argentina y Nigeria es imborrable. El otrora jugador exhibió un evidente estado de ebriedad durante el encuentro, donde se le vio eufórico a ratos, apesadumbrado en otros, dormido también y hasta descompensado.

La situación fue tema obligado en los informativos deportivos de todo el mundo y, más aún, después de la divulgación de un audio que lo daba por muerto, justo después de verlo salir del estadio acompañado de un grupo de paramédicos, con evidentes complicaciones de salud.

Al final, no se trató más que de una variación en la presión arterial, que terminó afectándolo en demasía. Sin embargo, Maradona no se olvidó del registro de audio que, en aquel momento, fue compartido por miles de personas en todo el planeta.

“¿Te enteraste? No aguantó. Dio lo que pudo. Estamos en la clínica. Fue paro cardiorrespiratorio. Lo intentaron levantar. Intentaron con una inyección de adrenalina en el corazón. Intentaron un montón de vueltas y no hubo manera. No sé cómo lo van a poder contener hasta mañana, pero no digas nada”, decía una voz anónima respecto de la salud del histórico futbolista.

Tras varias semanas, Maradona y sus abogados encontraron al responsable y lo demandaron ante la justicia argentina, alcanzando un acuerdo de compensación económica a cambio de no revelar su identidad.

“Este caso debe quedar como un emblema. Para que al próximo que se le ocurra hace una cosa similar sepa que va a pagar las consecuencias. Y para que la justicia, de alguna manera, implemente mecanismos que permitan colaborar a la hora de saber quién o quiénes son los responsables de este tipo de actos”, expresó el representante legal de Maradona, Matías Morla, al diario Clarín.