En una definición de infarto, Argentina logró la hazaña. Ganó por 2 tantos contra 1 a Nigeria en la agonía del partido y, aprovechando la derrota de Islandia a manos de Croacia, logró meterse a los octavos de final de la Copa del Mundo.

Fue un partido de dos tiempos totalmente distintos para la albiceleste. Que jugó un primer tiempo casi perfecto y un segundo tiempo muy similar al nivel que venía mostrando a lo largo del Mundial, sin ideas y con un Messi desaparecido.

No obstanye, fue el capitán argentino quien adelantó a su equipo con una magnífica definición a los 14 minutos del primer tiempo.

Argentina pudo aumentar el marcador en los primeros 45 minutos, pero Higuaín falló un mano a mano con el arquero nigeriano y un tiro libre de Messi se estrelló en el palo.

En el segundo tiempo, en cambio, volvió la peor versión argentina, sobre todo después de que Nigeria empatara gracias a un tiro penal bien pateado por Moses.

Con el empate y la eliminación, Argentina volvió a ser ese equipo errático que trataba únicamente de depender de Messi – apagado en la etapa complementaria- para lograr el desnivel.

Incluso, Nigeria pudo ponerse en ventaja, pero entre Armani y la mala puntería africana evitaron la catástrofe.

El corazón albiceleste, incluso, se paralizó cuando el árbitro fue a revisar el VAR por una mano de Rojo en área argentina, pero decidió que la falta había sido casual y no cobró la pena máxima.

El desahogo albiceleste llegó a 4 minutos del final, un centro de Pavón fue conectado de primera por Marcos Rojos, que al mejor estilo de Messi le cambió el palo al arquero y le dio una sufrida clasificación a su Selección, que ahora enfrentará a Francia en los octavos de final del torneo.