El Barcelona sufrió, y mucho, para rescatar un empate de Stamford Bridge por el partido de ida de los octavos de final de la Champions.. Fue un partido emocionante por donde se lo vea.

El equipo español fue el dominador absoluto del balón, pero sin profundidad. En cambio, el Chelsea, con menos del 30% de posesión pero un William totalmente inspirado, puso al Barça sobre las cuerdas, pero la fortuna le jugó en contra.

De hecho, el jugador brasileño estrelló el balón en el palo en dos ocasiones durante los primeros 45 minutos, ambas con jugadas muy parecidas. Encontró el balón cerca al ingreso al área, vio un espacio y sacó dos potentes remates que dejaron sin reacción a Ter Stegen, pero los palos fueron su mejor defensor.

En cambio, en esos primeros 45 minutos el Barcelona no pudo encontrar los caminos para inquietar a los de Conte. Solo un cabezazo de Paulinho, que se fue totalmente desviado, llegó a preocupar a Cortouis.

Sin duda, durante los primeros 45 minutos William eclipsó a un Lionel Messi que parecía volver a sucumbir ante el ‘fantasma’ de Stanford Bridge.

Las dudas fueron aún mayores cuando a los 62 minutos del partido finalmente llegó el gol del Chelsea.

William volvió a encontrar el espacio, afinó la puntería, y mandó la pelota al fondo de las redes gracias a un remate raso que se coló en el ángulo inferior izquierdo de Ter Stegen, que solo atinó a ver el golazo – totalmente merecido- del brasileño.

El gol llenó al Barcelona de dudas, que aún tenía presente las dolorosas derrotas que sufrió la temporada pasada en estas instancias de Champions.

Sin embargo, en el momento justo apareció Lionel Messi. El crack argentino logró – por fin- convertir un gol ante el Chelsea después de ocho partidos jugados.

El 10 del Barça recibió un pase de Iniesta – que robó el balón en una fallida salida del conjunto inglés- y logró romper su maldición más larga a los 75 minutos del encuentro.

El empate fue un castigo demasiado duro para un Chelsea que, hasta ese momento, había seguido su libreto a la perfección pero que, a partir del empate, no encoentrñó los caminos para tratar de volver a lograr la ventaja.

El Barça, en cambio, volvió a manejar los hilos del partido y se conformó con un empate que le permite encarar la revancha – que se jugará en tres semanas en el Camp Nou- con más tranquilidad.

El Bayern Munich liquidó  la serie en 45 minutos

En el otro partido de la fecha, el Bayern Munich alemán liquidó su serie frente al Besiktas turco en 45 minutos.

Fue un primer tiempo del equipo turco, que aguantó la embestida del multicampeón alemán. Por eso, la primera etapa terminó sólo con un gol de diferencia para el equipo bávaro, gracias al gol de Muller (43’).

Empero, el segundo tiempo fue una verdadera pesadilla para el Besiktas. El Bayern aprovechó todas las oportunidades que tuvo y con cuatro goles más prácticamente liquidó la serie.

Coman (53’), Muller (66’) y Lewandowski (79’ y 88’) pusieron cifras finales a un partido que, prácticamente, pudo fin al sueño turco.