Chelsea- Barcelona será, de lejos, el partido más atractivo de la semana en la Champions League. Será un duelo de dos favoritos que, aunque llegan con realidades distintas, siempre han tenido eliminatorias cerradas y sopresivas.

Basta con decir que el club Inglés es el equipo que más veces enfrentó a Messi sin recibir un gol del argentino (8) y ha sido uno de sus verdugos en los últimos años.

El Barça llega a Satanford Bridge como el favorito, pero aún con una cuota pendiente: recuperar su jerarquía europea cuando le toca jugar fuera del Camp Nou.

Y es que al Barça le ha faltado grandeza en partidos de verdadera entidad lejos de la Ciudad Condal en los últimos tiempos. Y ha tenido caídas realmente dolorosas. El año pasado fue un calvario. Después de perder en la primera fase ante el Manchester City (3-1) en un partido en el que se derritió después de ir ganando 0-1 con gol de Messi, vino la noche de los cristales rotos en París. Un 4-0 humillante en el que el Barça dio claros síntomas de desintegración. Tanto que, pocos días después, Luis Enrique anunció que, pasase lo que pasase, no seguiría en el Barcelona el curso siguiente.

Era fácil pensar que, después de la caída del Parque de los Príncipes y de la insospechada remontada, el Barça saldría con tensión al Juventus Stadium de Turín. Una vez más las estrellas, Messi incluido, desaparecieron, el Barça no hizo fútbol y su sistema defensivo falló. Dijo Luis Enrique que recordaría la primera parte de Turín “por los siglos de los siglos”. Tres derrotas en tres grandes campos del Barça en la misma temporada. Un rara avis en la última década azulgrana.

Los problemas de autoridad del Barça fuera de casa ya habían aparecido un año antes, cuando fue incapaz de defender un 2-1 en el Vicente Calderón. Los goles de Saúl y Griezmann le dejaron fuera de una competición en la que defendía título en 2016. Y en cuartos de final, ronda que no pasa en los dos últimos años por su pésima manera de competir lejos de Barcelona. La última victoria de prestigio europeo lejos del Camp Nou se produjo esa temporada en el Emirates ante el Arsenal: 0-2 con una actuación espectacular de Neymar y Messi, que firmaron un primer gol brillante en un contragolpe que puso en pie el estadio. Antes, habría que retroceder a la Champions 2014-15, cuando gracias a un descomunal Suárez el Barça arrasó en Manchester al City y en París al PSG, los clubes que luego se vengaron en la temporada 2016-17.

Aunque nadie lo haya mencionado, este carrusel de malos resultados fuera de casa no pasa desapercibido en una entidad que hace años está obligada a la excelencia y que necesita asociar su imagen a la de un fútbol (y unos resultados) mágicos. En Stamford Bridge, un lugar en el que ha vivido sueños y pesadillas, le toca hablar esta noche al Barça.

* con información de AS