Ayer fue una jornada con resultados perfectos para los dos equipos de La Paz. Bolívar derrotó sin problemas a Nacional Potosí en el Hernando Siles (3-1) y el Tigre consiguió una valiosa victoria en Potosí (2-1) con un gol en el epílogo del encuentro.

Por su posición en la tabla, el partido más importante era el que se jugó en la Sede de Gobierno. Bolívar, que venía con una buena racha de victorias, incluido el clásico paceño, tenía la oportunidad de alcanzar al líder del torneo si conseguía los tres puntos.

Aunque el inicio del partido para los de Beñat San José fue bastante flojo, prácticamente nunca tuvo oposición del equipo visitante, que vino a La Paz con la idea de defender el cero en su arco.

Empero, la ilusión del equipo gancho guitarra sólo duró 23 minutos. Un buen desborde de Sirino le permitió sacar un centro preciso para que Marcos Riquelme anote el primero del partido, y grite su primer gol con la camiseta celeste.

Hasta ahí duró la resistencia del potosino. Con el gol en contra toda su idea de juego se vino abajo y fue presa del juego del local, que encontraría el segundo tanto gracias a Juen Edurado Fierro, el delantero que, con el gol convertido ayer, ya lleva 5 dianas en los últimos cuatro partidos.

Así terminaría el primer tiempo.

La etapa complementaria, en cambio, fue mero trámite. Bolívar no quiso arriesgar más de la cuenta y Nacional nunca encontró los caminos para incomodar a Matías Dituro. Por eso, el tecer gol no tardó en llegar y sería, nuevamente, por medio de Fierro, que al minuto 61 volvía a derrotar a la endeble defensa celeste.

El descuento llegaría a 10 minutos del final, una desconcentración en el área celeste le permitió a Miguel Ángel Hoyos anotar el gol del honor.

El resultado no se movería y Bolívar ya es el líder del torneo con 20 puntos, los mismos que Wilstermann, que hoy deberá visitar a Blooming en Santa Cruz.

El Tigre recupera terreno

En Potosí, en cambio, el Tigre logró una sufrida victoria que sirve, sobre todo, de embrión anímico para lo que resta del torneo.

Después de caer en el clásico las dudas empezaron a asomarse en Achumani, pero ayer sacaron un resultado a costa de garra y paciencia.

El primer gol del atigrado llegaría a los 37 minutos del primer tiempo, gracias a un cabezazo de Diego Bejarano, que entra en la historia del club al anotar el gol 3000 de la institución en toda la historia del fútbol boliviano.

El baldazo de agua fría para los de Farías llegaría al minuto 89. Un pelotazo de Darwin peña agarró mal parada a toda la defensa paceña y fue bien aprovechado por Vladimir Castellón para marcar el 1 a 1.

Parecía que se le escapaba la victoria al Decano, pero un tiro libre ejecutado por Matías Alonso, casi desde meda cancha y con complicidad del arquero potosino, le dio la victoria al aurinegro en los minutos de descuento.

Con el triunfo, el Tigre queda en el cuarto lugar con 15 unidades, 5 menos que los dos líderes y a dos de Oriente, que ayer derrotó a Guabirá (3-1) en el Tahuichi.