Santiago de Chile (Agencias).- El compromiso entre Santiago Wanderers y Colo Colo, por la última fecha del Torneo de Apertura en el Estadio Elías Figueroa de Valparaíso, fue suspendido por el árbitro Enrique Osses debido a violentes incidentes protagonizados por las hinchadas de ambos equipos. Aún así, el cuadro de Colo Colo ya se proclamó campeón del fútbol chileno.

Graves incidentes marcaron la jornada en Valparaíso. En la previa al encuentro se registraron varios choques entre hinchas de Colo Colo y Wanderers, pero estos se trasladaron hasta el interior del estadio.

Campeón, sin jugar, con partido suspendido, sin vuelta olímpica y sin celebración junto a sus hinchas. Así de raro. Colo Colo es el nuevo monarca del fútbol chileno, pero con un inesperado y bochornoso final. Resulta que el cuadro albo aprovechó la derrota de la Universidad Católica en La Florida ante Audax Italiano y a pesar de no jugar su duelo ante Wanderers es consagrado como el campeón del Torneo Apertura, bajando su estrella 31. 
 

El escandaloso y censurable momento vivido en el reducto porteño contó con agresiones a camarógrafos, invasión a la cancha, fuegos artificiales y piedrazos. Recién 15 minutos después del inicio de los desórdenes ingresó Carabineros al terreno para detener los incidentes y poner orden.

Incluso, los jugadores de Colo Colo retaron a los hinchas que se metieron en la pista de atletismo, algunos con bengalas y sacando los banderines del campo. Minutos después ambos planteles y los respectivos cuerpos técnicos debieron abandonar el campo con dirección a camarines.

Tras analizar los incidentes y percatarse que los 250 efectivos policiales dispuestos, además de 150 guardias de seguridad, no pudieron con los barristas, Osses decidió suspender el encuentro en la Quinta Región.

Incluso antes del compromiso se registraron violentos incidentes en las calles de Valparaíso.