La Paz, 26 de noviembre (Oxígeno).- The Strongest no pudo superar su mala racha, en resultados y lanzamientos penales, y dejó escapar dos nuevos puntos en su lucha por el título.

Aunque no jugó un buen partido, el Tigre tuvo todo para ganarlo, pero volvió a fallar en la puntada final, incluso falló dos tiros desde el punto penal.

En cambio, para el equipo Santo el empate tiene sabor a triunfo, sobretodo, por cómo se presentó el partido.

El que siempre llevó la iniciativa fue el Tigre. Urgido por sumar los tres puntos, intentó irse con todo al ataque, pero ni Carlos Neumann ni Rodrigo Ramallo supieron vulnerar la defensa santa y desaprovecharon las oportunidades que generaba el cuadro de Achumani, gracias, principalmente, a Pablo Escobar.

Cómo le viene pasando en los últimos partidos, el Tigre dependía de alguna inspiración de alguna de sus figuras que de  un juego en conjunto.

En cambio, el santo se dedicó a depender y apelar al contragolpe. Y así trajo alguna complicación a la defensa del tigre. Precisamente, en una salida rápida del santo se produjo la jugada más peligrosa del primer tiempo, pero el remate de Méndez se estrelló en el travesaño de Peñarrieta.

El cuadro paceño tuvo la oportunidad más clara casi al finalizar la etapa inicial. Pero el centro de Pablo Escobar no pudo ser conectado por Jair Torrico, que estaba solo frente al arquero.

El libreto del partido no cambió en la segunda etapa. El  Tigre seguía atacando pero sin ideas ni orden y eso facilitaba la tara defensiva del santo.

Por eso, la mejor ocasión llegó pasados los 15 minutos de la etapa final. Pablo Escobar era derribado por Delio Ojeda y el árbitro cobraba penal para los de Achumani.

Fernando Martelli, que en la primera fecha había convertido mediante esa vía en el empate ante Blooming, era el encargado de rematar. Pero su remate suave y al ras del piso fue bien rechazado por Juan Carlos Robles.

El fallido penal hizo que el Tigre reviva a los fantasmas del clásico paceño, en el que falló un penal y terminó perdiendo por la misma vía. En cambio, fue un embrión anímico para el Santo que adelantó sus líneas e hizo lo que su rival no pudo.

Un ex atigrado, Abel Méndez, abría el marcador tras un certero cabezazo. El gol era demasiado premio para el Santo y un justo castigo para el Tigre.

A pesar del gol, el Tigre siguió intentado llegar al gol y lo hizo en una jugada afortunada a los 77 minutos. Jair Torrico entró solo por la banda izquierda y sacó un remate suave y al centro que, a priori, era de fácil control para Robles. Pero el guardameta orureño, inexplicablemente, inclinó su cuerpo hacia su lado derecho haciendo que el balón pase entre sus piernas.

Los últimos minutos fueron con el Tigre intentando lograr el segundo y San José aguantando el empat5e. Escobar estuvo cerca, entre por la banda izquierda y picó el balón ante la salida de Robles, pero Ojeda salvó el gol en la línea.

Ya en los minutos finales Rodrigo Ramallo fue derribado en el área por Robles, era el segundo penal para el cuadro de Achumani. Como en los viejos tiempos, el encargado de ejecutar el tiro  fue Pablo Escobar.

Pero, una vez más, Robles adivinó el lado y despejó el balón. Era el segundo penal fallado por el Tigre en este partido y el tercero en las últimas dos fechas.

Así el Tigre empató y dejó pasar la oportunidad de acercarse al líder, Sport Boys. Además, dejó el camino despejado para que Bolívar lo aventaje por 3 puntos – en caso de ganar hoy a Real Potosí- y confirmó que pasa una mala racha futbolística.

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