Crean un músculo artificial que imita los movimientos humanos
El cibermúsculo, blando, flexible y resistente, permitirá que los robots se muevan como los seres vivos.
Los expertos en biomimética estudian las estructuras naturales o la forma en la que se organizan los seres vivos y aprovechan algunas de sus peculiaridades para desarrollar máquinas o algoritmos inspirados en ellas.
Así, a principios de 2017, un equipo internacional de investigadores, entre ellos científicos del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, anunció en la revista Nature Chemical Biology una técnica que permite hilar fibras de seda artificial de forma similar a como lo hacen las arañas con sus telas.
Las hebras mantienen las interesantes propiedades mecánicas de su contrapartida biológica –una sustancia que, además, es extraordinariamente resistente– y podrían aplicarse, por ejemplo en ingeniería de tejidos.
Los científicos han superado una de las barreras que impedían construir máquinas similares a seres vivos
Ahora, otro grupo de expertos, en este caso del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Columbia, en Nueva York, ha presentado en Nature Communications un músculo artificial que imita las acciones y movimientos de los modelos naturales en los que se basa.
El ingenio, que puede fabricarse en una impresora 3D, no necesita compresores externos o complejos reguladores de presión para funcionar. Además, posee una capacidad de extensión por gramo quince veces superior al de un músculo natural y, según sus desarrolladores, es capaz de levantar mil veces su propio peso