Un niño de siete años lanzó piedras a los autos, sus padres se enojaron y decidieron castigarlo. Lo obligaron a bajar del auto en medio de un bosque y lo abandonaron, volvieron unos minutos después y no lo encontraron. Fue rescatado por un militar seis días después. Las autoridades investigarán a los padres.

Las autoridades de Hokkaido (norte de Japón) pidieron a los servicios sociales que investiguen si el niño ha sufrido abusos psicológicos por parte de sus progenitores; ya que consideran que el castigo llegó demasiado lejos.

Yamato Tanooka de siete años perdió el sentido de la orientación mientras lloraba, recorrió 10 kilómetros y perdió unas cuatro libras (2 kilos).

El niño sobrevivió seis días en una zona boscosa en donde la temperatura bajó hasta los 5 grados y que está poblado por osos. Tanooka no pudo comer nada en esos días, pero sí bebió agua.

El menor llegó a un hangar militar en el que fue hallado el pasado viernes y permanece hospitalizado desde entonces, aunque sólo presentaba signos leves de deshidratación e hipotermia así como arañazos en brazos y manos.

El papá del niño, Takayuki Tanooka, expresó en una entrevista que su hijo lo perdonó; de todas formas los padres serán investigados por las autoridades para verificar que el niño no reciba maltrato psicológico.