Blog de Sigrid Alvarez

Práctica de Zen en Bolivia

La primera constitución política de República de Bolivia en su artículo 6to se refiere a las Religión Católica, Apostólica y Romana como la religión oficial, con exclusión de todo otro culto público y literalmente establece que el Gobierno la protegerá y hará respetar, reconociendo el principio de que no hay poder humano sobre las conciencias.

En el año 2009 se promulga una nueva Constitución Política y con ella nace el Estado Plurinacional de Bolivia, que de acuerdo a su artículo 4to, es independiente de toda religión o creencias religiosas, respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones.

Para poder entender un Estado Laico es necesario poder mirar más allá de las prácticas religiosas que tenían nuestros pueblos indígenas,  las que fueron impuestas durante la colonia o los sincretismos y otras prácticas que se dieron a partir de ello.

La libertad de asumir públicamente otras creencias espirituales hoy en día me permite compartir las experiencias del Centro Zen Phajjsi Qollut Jalsu fundado en la ciudad de La Paz, donde la práctica de zazen (meditación) comienza a gestarse en la década de los años 90, presentándose por medio de una monja budista nacida en Francia  llamada Dendoshi Mireille Taikyo Piault, discípula de Taisen Deshimaru, un maestro Zen que expande el budismo a Europa.

La Real Academia de la Lengua Española define el Zen como una escuela budista que tiende a alcanzar la iluminación espiritual mediante la meditación que no se somete al conocimiento intelectual y a sus conceptos. Esto dentro de la práctica puede no tener el mismo significado.

Para algunos practicantes, el Zen puede definirse como una práctica milenaria que se desarrolla en Japón a partir del Budismo de la India y China, y que se basa en la práctica de sentarse frente a un muro, con la espalda erguida, las piernas cruzadas, la mirada semi abierta a 45 grados del piso, la mano izquierda sobre la derecha con los pulgares casi tocándose, y sin apegarse a los pensamientos que pasan por la mente. El Maestro Deshimaru nos dice que zazen es difícil, pero practicado cotidianamente es muy efectivo para la ampliación de la conciencia y el desarrollo de la intuición.

El Dojo (lugar de práctica) es fundado en agosto de 1992 en el barrio de Sopocachi, y recibe el nombre de Phajjsi Qollut Jalsu que en aimara quiere decir “la luna redonda se levanta por encima de la montaña”. Durante sus primeros años la enseñanza estaba a cargo de la monja Mireille como la conocen muchos practicantes.

Posterior a su retorno a Europa, se mantuvo la práctica gracias a los esfuerzos de la comunidad que integra este Centro Zen. Ella incluye a artistas, políticos, profesionales y estudiantes de distintas generaciones y diferentes niveles de experiencia. Muchos principiantes se aproximan para tener una experiencia propia de lo que es el Zen.

Dentro de sus principales actividades se realizan sesshines (retiros) y angos (períodos más largos de práctica intensiva) bajo la dirección de Sensei Shinryu Thomson, uno de los co-fundadores del dojo quien recibió la transmisión del Dharma (autorización para enseñar) en 2009 de parte de Roshi Enkyo O’Hara del Village Zendo en Nueva York.

Este año 2017 el Dojo cumple 25 años de práctica y para conmemorar este acontecimiento se realizará un ciclo de charlas este fin de mes de junio y un sesshin (retiro) dirigido por Shinryu Sensei.

La primera charla denominada “Zen y el Arte de la discapacidad” estará a cargo de Hoshi Oshin Jennings, un monje que se dedica también a la psicoterapia y la investigación y salud psicológica.  Es una persona con déficit auditivo y dirige la organización No Barriers Zen en Washington D.C.  cuya misión es ayudar a que la enseñanza se accesible para gente con discapacidades.  Con esa experiencia departirá desde una mirada Zen sobre diferentes temas como la conciencia, nuestra percepción sensorial, el cómo la sociedad puede estar atenta a las diferencias de la gente y como se puede apoyar a las personas necesitadas.

La segunda charla denominada “La luna redonda se levanta por encima de la montaña: 25 años de Zen en los Andes” será a cargo de Sensei Shinryu Thomson.  Además de maestro Zen, él es profesor de Historia Latinoamericana en la Universidad de Nueva York y autor de libros sobre política, colonialismo y revolución de pueblos indígenas en los Andes. Es cofundador y maestro del Centro Zen Phajsi Qollut Jalsu en La Paz.

La tercera charla será realizada por el Doctor Neil Soten Theise, MD. El es un médico de hígado e investigador de células madre adultas en la ciudad de Nueva York, donde es profesor de Patología y de Medicina en el Centro Médico Beth Israel del Colegio de Medicina Albert Einstein. Su investigación estudió el entendimiento de la micro-anatomía del hígado humano que, a su vez, condujo directamente a la identificación de posibles nichos de células madre hepáticas y de la médula a la vía de regeneración del hígado. Se le considera un pionero de la plasticidad de células madre adultas de múltiples órganos.

Su charla en La Paz titula “¿Quiénes somos? Células madre, complejidad y la ciencia del Ser”, y nos mostrará la coincidencia entre los descubrimientos de la ciencia moderna y el antiguo análisis filosófico del budismo respecto al Ser.

Estas actividades son un ejemplo de prácticas interculturales en nuestro país y nos permiten conocer otras formas de percibir la vida, otros caminos fuera de las religiones tradicionales de nuestro país y un acercamiento hacia tradiciones que también son milenarias y han marcado su trascendencia e importancia en culturas como es la japonesa, así como la influencia que han generado en occidente.

Opinión
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Rutas ancestrales de intercambio cultural

Bajo los cinco principios de la coexistencia pacífica de respeto mutuo, la no agresión, la no intervención en asuntos internos, la igualdad y beneficio mutuo y la coexistencia pacífica entre los pueblos, señalados como valores fundamentales de la iniciativa más ambiciosa de integración mundial del siglo XXI, el gobierno del presidente de China, Xi Jinping, hace realidad el Foro Franja y Ruta, realizado el pasado 14 y 15 de mayo.

Dentro de su discurso central, el Presidente Xi, hace referencia a la historia de las Rutas de la Seda y Rutas Marítimas de la Seda que permitieron la integración de Asia con Europa y África durante los últimos siglos, destacando la importancia de los conocimientos ancestrales de China y cómo a partir de ello, se entablaron importantes lazos de amistad e intercambios culturales y comerciales entre continentes.

Es importante resaltar que China hace una invitación a todos los países del mundo que deseen formar parte de esta gran iniciativa Ruta y Franja, que permitirá mejorar tanto las conectividades aéreas, marítimas y terrestres para establecer intercambios comerciales y también culturales.

Xu Shicheng, experto en estudios latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales, hace referencia en una entrevista para el periódico digital chino,  Pueblo en Línea,  en el cual opina que la iniciativa de la Franja y la Ruta de China debe abarcar también a América Latina y en el cual menciona que "los intercambios entre China y América Latina, no sólo son intercambios comerciales y de mercancías, sino también culturales".

Considerando esas palabras, es inevitable pensar en la importancia de los conocimientos ancestrales de nuestros pueblos y su riqueza cultural, lo que nos obliga a pensar en rutas similares que se habrían construido también en la región americana, como es el caso del Qhapaq Ñan o Sistema Vial Andino que, de acuerdo al expediente presentado a la UNESCO para su inscripción en 2014 en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad, integra 6 países de esta región.

En algún reporte sobre la Ruta y la Franja, se decía que no era casualidad que Argentina y Chile hayan sido parte de este importante Foro al más alto nivel, en ese sentido tampoco es casualidad que el Océano Pacifico sea la ruta marítima más próxima al Qhapaq Ñan, ni que Las Rutas de la Seda y el señalado patrimonio andino, hayan sido inscritos en la misma lista el mismo año, bajo criterios muy similares.

Latinoamérica puede ver esta oportunidad desde el punto de vista de sus tradiciones ancestrales y aproximarse al continente asiático, tal vez en un inicio hermanando estos caminos de integración que son tan similares, yendo más allá de fronteras y coyunturas políticas temporales.

La tendencia del mundo globalizado es el fácil acceso al comercio, la cultura y toda creación humana de manera fácil y rápida, la iniciativa china de Franja y Ruta permite este acercamiento, abriéndose a propuestas para disminuir las distancias y facilitar los intercambios en todo ámbito.

La tendencia del Qhapaq Ñan como patrimonio Cultural y sistema vial de integración regional, también está permitiendo espacios de diálogo entre los países que lo integran, no podría desestimarse que a partir de esa herencia ancestral se pueda establecer una ruta hacia el continente asiático en beneficio de la región y el intercambio con otros pueblos ricos también en tradiciones milenarias.

La causalidad de que dos de los países integrantes del Qhapaq Ñan se hayan aproximado a la iniciativa de la Ruta y Franja propuesta por China, podría ser una señal para que América del Sur encuentre un puente inicial de acercamiento hacia este intercambio cultural y económico con China.

Qhapaq Ñan y Rutas de la Seda
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