La leche materna es fundamental para disminuir la mortalidad infantil
La Semana del Amamantamiento se celebrará del 1º al 7 de agosto.
La leche materna no solo es fundamental para un desarrollo saludable, también tiene un impacto positivo para disminuir la mortalidad infantil y puede salvar la vida de hasta 820.000 niños; según un estudio realizado en cien países, en el marco de la iniciativa Alive & Thrive (Vida y Desarrollo) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de cara a la Semana del Amamantamiento, que se celebrará del 1º al 7 de agosto.
La OMS recomienda la lactancia materna como único alimento del bebé hasta los seis meses de vida y luego la continuación, en combinación con una alimentación complementaria, hasta los dos años o más. La leche materna, de hecho, posee nutrientes esenciales en la proporción adecuada para un desarrollo sano del niño, reduce el riesgo de alergias, está disponible en todo momento y es gratuita. También tiene beneficios para la salud de la madre ya que reduce el riesgo de hemorragias post parto, de osteoporosis tras la menopausia y de padecer cáncer de seno y de ovarios.
Sin embargo, alrededor del 40% de los pequeños de todo el mundo no es alimentado con leche materna. Incrementar hasta al menos un 50% la tasa de lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses de vida del bebé, es la intervención preventiva que tiene el mayor impacto potencial sobre la mortalidad infantil.
En todo el mundo, solo el 38% de los lactantes menores de 6 meses reciben lactancia materna exclusiva. Análisis recientes indican que las prácticas de lactancia subóptimas, entre ellas la lactancia no exclusiva, contribuyen al 11,6% de la mortalidad en los niños menores de 5 años. En 2011, esto supuso unas 804.000 muertes infantiles.
Según la OMS, aumentar la escala de los esfuerzos para incrementar las tasas de lactancia materna exclusiva requiere actuar en diferentes niveles: los sistemas de salud, las comunidades y las políticas.
Los datos muestran que los países cuyas políticas y programas se ajustan más a las recomendaciones de la estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño de la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) son los que más éxito tienen a la hora de incrementar las cifras de lactancia materna exclusiva.