¿Cómo mejorar las finanzas familiares en el 2018?
Mantener de manera reponsable las finanzas familiares, no es estar exento de deudas sino tener objetivos y metas claras.
La administración responsable de finanzas personales y familiares, es muy difícil de llevar adelante entre muchos profesionales, sobre todo si son jóvenes y solteros, ya que precisa no solo control sino compromiso y visión.
Administrar las finanzas de manera responsable no sólo tiene que ver con asegurar el futuro, sino con alcanzar objetivos a corto, mediano y largo plazo en temas tan concretos como salir de vacaciones, comprar un auto o una casa. Algunas recomendaciones son:
1. Dedícale tiempo a tus finanzas. Existe el mito de que las personas económicamente exitosas tienen un don natural para el manejo del dinero o, simplemente, suerte. La realidad es que construir un patrimonio requiere disciplina, constancia y ante todo, que le dediques tiempo.
Dedica por lo menos una hora por semana a revisar y analizar tus finanzas. Comienza por calcular el valor de tu patrimonio: para ello, resta al total de tus activos (aquello que posees, como dinero en efectivo, cuentas de cheques, bienes inmuebles, automóviles, muebles, etc.) todos tus pasivos (préstamos, créditos, saldos de tarjetas de crédito, etc.). Este ejercicio te ayudará a reconocer en qué posición financiera te encuentras.
2. Elimina deudas. Endeudarse, significa comprometer ingresos futuros. ¿Algún ejemplo? No poder invertir el dinero para que genere intereses o aprovechar esa rebaja del 50% en la sala que necesitamos.
Aprovecha los aumentos de sueldo, bonos, aguinaldos u otros fondos, para quitarte deudas de encima. Si el nivel de tus pasivos es tal que te sientes en una situación sin salida, pide ayuda. Ponte en contacto con tus acreedores y explícales la situación, ellos serán los más interesados en encontrar la manera de que les pagues. También puedes buscar orientación con tu institución financiera, familiares y amigos de confianza. Es muy importante que seas muy sincero y realista con el acreedor, y contigo mismo, a la hora de fijar la suma que pagarás mensualmente. Y la próxima vez que te tiente la idea de endeudarte para comprar esa pantalla de plasma o irte de fin de semana al exterior del país, recuerda que el dinero debe trabajar para ti. Y no tú para él.
3. Arma tu presupuesto. Si eres de los que termina el mes en números rojos, algo anda mal en tu planificación. Y seguro se trata del llamado "gasto hormiga", esos despilfarros pequeños e innecesarios en los que caes, como comer en la calle, comprar objetos innecesarios de manera rutinaria o tirar la comida que compraste a principio de mes y que se echó a perder.
Ayúdate con un presupuesto personal. Comienza apuntando durante un mes todos nuestros gastos. Entre más detalles tengan, mejor podrás darte cuenta de cómo debes modificar su patrón de consumo. Te sorprenderás de todo lo que gastas en cosas sin importancia.
4. Endéudate sólo para construir patrimonio. Endeudarse implica una gran responsabilidad, así que reflexiona mucho antes de hacerlo. Solicita un crédito para adquirir bienes como un auto o una casa "que te ayuden a consolidar tu patrimonio", pero evita hacerlo para comprar electrodomésticos o tomarte esas vacaciones que están lejos de tus posibilidades. Ten en cuenta que la cuota del crédito no debe superar del 20% de tus ingresos. Si no, seguro te meterás en problemas.
5. Asegúrate. Contra la creencia popular, un seguro es una inversión, no un gasto. Debes cuidar tu patrimonio (el automóvil, por ejemplo) contra imprevistos. Y ni hablar si se trata de la salud. Además, enfrentar una emergencia o situación catastrófica puede quebrar un patrimonio de años.
6. Ahorra con una meta. Ahorrar por ahorrar es muy difícil, y seguramente te desanimarás pronto. El dinero debe ser un medio para ayudarte a alcanzar un objetivo, y no un fin. "Lo más importante es tener una meta a corto plazo, alcanzable, porque nada enseña mejor que el éxito", dice Mayer, del IFIP.
Tu objetivo puede ser desde cambiar el modelo de tu auto el próximo año hasta entregar el enganche de tu departamento en tres años. Una vez establecida esa meta, y con base en tu presupuesto, debes diseñar un plan financiero para alcanzarla.
7. Pon tus ahorros a trabajar. No dejes tu dinero debajo del colchón y haz que te genere un rendimiento, aunque sea mínimo. No sólo puedes invertir en instrumentos financieros, sino también en un bien de capital para iniciar el negocio propio o hasta en ti mismo, que siempre soñaste con hacer ese diplomado en mercadotecnia para conseguir un mejor empleo.
8. Diversifícate. Si estás decidido a formar parte de en un fondo de inversión, lo mejor, siempre que tu capital inicial lo permita, es que lo distribuyas en dos o tres opciones distintas para así diversificar el riesgo.