Consejos para una vida sana 

● Cuidar la alimentación en el trabajo

Además de incidir en nuestros hábitos alimenticios, el tiempo que pasamos en el trabajo también puede ser el detonante de estrés o el origen del sedentarismo, factores que contribuyen al desarrollo de sobrepeso y obesidad.

Para contrarrestar lo anterior, se recomienda llevar comida preparada y equilibrada -incorporando alimentos como carne, pollo o pavo, entre otros-, que contenga alimentos ricos en proteínas y fibra -ayudan a sentirnos satisfechos y controlan los niveles del apetito-, y probar una fruta o vegetal diferente cada día para no caer en la rutina.

● Evitar el consumo de alimentos con alto contenido calórico

El aumento de peso también tiene su origen en el desequilibrio entre las calorías consumidas y las que necesita el organismo, lo que depende de las características de cada individuo.

Esto explica el auge de alimentos y bebidas sin azúcar o sin calorías, al cual se han sumado empresas como Kellog´s y Coca-Cola, en la búsqueda de ofrecer mejores alternativas de alimentación y consumo. La refresquera, por ejemplo, cuenta con un portafolio conformado por 45% de sus productos bajos o sin calorías. Además, su bebida mejor posicionada tiene una versión Sin Azúcar.

Por parte de la compañía agroalimentaria, recientemente disminuyó el azúcar en sus cereales en un porcentaje sustancial, lo que representan dos ejemplos de alternativas de productos orientados a un estilo de vida saludable.

● Manejo de porciones

Si se trata de comida, el tamaño importa, no sólo por la predisposición que tenemos de comer más en platos o vasos más grandes y menos en platos pequeños, sino también, respecto al tamaño y la cantidad de nuestros alimentos.

Por esta razón existen empaques y envases de alimentos o bebidas mini, que contribuyen a un manejo correcto de las porciones. Otra recomendación es no picar entre horas, o hacerlo, eligiendo los refrigerios cuidadosamente.

● Intervenciones conductuales

Nuestro comportamiento también influye en la salud. Factores como el estrés, el control de estímulos o las contingencias, deben ser abordados como parte de una estrategia integral hacia un estilo de vida más saludable.

Actividades como caminar, meditar o respirar profundamente pueden servir para lidiar con este padecimiento; en el caso del control de estímulos, debemos dejar de ver a la comida como recompensa; y respecto a las contingencias, es importante mantener la motivación ante conductas que favorezcan la pérdida de peso o su mantenimiento.

● Realizando actividad física

Puedes iniciar una rutina de ejercicio o con actividades cotidianas como caminar, subir las escaleras o dejar de utilizar, en la medida de lo posible, el automóvil.

Entre otras actividades que recomiendan los especialistas de la salud para mantenernos activos destaca nadar, andar en bicicleta o realizar ejercicios de danza aeróbica, pilates, tai chi o yoga, de acuerdo al Manual MSD.

Con estas sencillas recomendaciones podremos adoptar un estilo de vida que nos permitirá reforzar nuestra salud y ponernos en forma, además de mejorar nuestra calidad de vida a largo plazo.