Hay personas que, estén donde estén, son capaces de quedarse dormidos en menos de cinco minutos. También los hay que necesitan verdaderos rituales a la hora de caer en los brazos de Morfeo. 

Pero también hay un tercer grupo de personas que son incapaces de descansar una noche entera. 

Las devastadoras consecuencias de no dormir 

Lo cierto es que dormir bien es vital para cualquier persona. Por eso, BI ha recopilado los mejores consejos del Dr. Guy Meadows, fundador de The Sleep School (Colegio del Sueño).

1. Haz familiar lo que no es familiar

Un estudio reciente ha confirmado que los seres humanos podemos sufrir lo que se conoce como “efecto de la primera noche”. Esto no es más que un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo cuando dormimos en una casa que no es la nuestra. Así, mantiene el cuerpo “alerta” ante cualquier ruido o situación anormal.

Para lidiar con ello, lo mejor es llevarnos un par de objetos personales de nuestro dormitorio (fotografías, libros, etc) y ponerlos encima de la mesilla. De esta forma, lucharemos un poco mejor contra nuestro insomnio.

2. Silencio, oscuridad y frío

Si hay tres cosas que nos ayuden a dormir más rápido esas son el silencio, la oscuridad y el frío.

¿Por qué? En el primer caso, la razón es que nuestro cerebro no para de “escuchar” por si hay alguna amenaza; por otra parte, la oscuridad es clave debido a una hotmona de nuestro cuerpo llamada “melatonina”, que informa a nuestro reloj interno que es hora de dormir; finalmente, para dormirnos más deprisa tendremos que poner la habitación a una temperatura de 16/17ºC.

3. Apaga todo

Aunque nos parezca una idea genial comprobar el estado de nuestro correo electrónico justo antes de irnos a dormir, es especialmente perturbador para nuestro sueño. 

La luz azul que emiten las pantallas hace que nuestros cerebros se estimulen, por lo que nos costará más dormir. Por eso, lo más recomendable es apagar nuestro smartphone o tablet de dos horas a 40 minutos antes de irnos a la cama.

4. Cálmate

En ocasiones, el insomnio se produce porque nos pasamos horas dando vueltas a una serie de cosas que tenemos que hacer, a unos cuantos problemas o a varias conversaciones que tenemos que mantener.

Pues bien, para ello lo mejor es practicar lo que los expertos han denominado como “mindfulness”, que nos ayudará a calmarnos y despejará nuestra mente.

5. El poder de la siesta

Aunque medio mundo se ría de nosotros por practicar la famosa siesta, lo cierto es que la ciencia ha demostrado que echar una cabezada 20 minutos al día (en algún momento entre las 12.00 hasta las 15.00) nos ayudará a estar más concentrados en nuestro trabajo y a ser más productivos.

Eso sí, nunca deberás superar ese tiempo ni acostarte después de las tres de la tarde, ya que puedes llegar a desvelarte durante la noche.