Cuando nos bañamos no sólo retiramos células muertas, sino que ayudamos a limpiar la grasa natural de nuestro cuerpo y podemos obtener otros beneficios dependiendo si usamos agua fría o caliente.

Agua caliente 

* Si lo que necesitas es relajarte y descansar, una ducha con agua caliente es la opción porque relaja la circulación.

* El agua caliente relaja los músculos y tendones de tu cuerpo, a la vez que te ayuda a liberar la presión

* Es recomendable si quieres exfoliar tu cutis o brazos

*El vapor de la ducha es buenísimo para liberar toxinas y desprender células muertas

Agua Fría

* Si necesitas despertar y revitalizarte es recomendable una ducha con agua fría

* Su efecto tonificante y vibrante ayuda a la circulación y a tonificar tu cuerpo

* Siempre es bueno después de exfoliarte, que te duches con agua fría para cerrar los poros