Muchos estudios científicos lo han confirmado. Tocar un instrumento, y estudiarlo constantemente, mejora la estructura y el funcionamiento del cerebro, más claridad mental. La memoria a largo plazo y, para los que parten desde pequeños, contribuye a un mejor desarrollo cerebral.

Pero no tan sólo esto. Según un reciente estudio de la Universidad de Montreal en Canadá, publicado en la revista Brain and Cognition, a todos los anteriores beneficios, se suma que los músicos reaccionan a los estímulos antes que las otras personas.

Tocar un instrumento ayuda a mantener el cerebro lúcido y podría ayudar a prevenirlo del deterioro propio de la edad. Como dijo Simón Landry, autor principal del estudio,

Para llegar a esta conclusión, los investigadores midieron los tiempos de respuesta de 19 estudiantes que no tocaban instrumentos y de 16 que sí lo hacían por lo menos desde hace 7 años; y las reacciones ante un estímulo, eran más rápida en los que tocaban instrumentos.