Se debe permitir que el cachorro pase el tiempo debido con su madre, “la impregnación va hasta los 2 meses y medio de edad”, durante este periodo el animal aprenderá de su madre el lenguaje canino y a controlar la ansiedad de morder. Todo lo que debe conocer de su especie será transmitido por la canina. 

Es importante la socialización que la mascota tenga durante sus primeros cuatro meses de vida con otros perros de diferentes razas, y también con todo tipo de personas. De este modo, el perro se acostumbrará a la presencia de otros animales y personas diferentes a sus amos,  por ende podrá adaptarse más fácil a cualquier ambiente. Si al perro no se le permite vivir este periodo como tiene que ser, lo más seguro es que en un futuro presente problemas de comportamiento.  

Desde muy pequeños se les debe enseñar a ser obedientes y para ello hay que tener claras cuatro claves importantes a la hora de educar al animal: “Sentado, acostado, quieto, caminar junto y acudir al llamado”. 

Por último, pero no menos importante premiar al perro cuando es obediente o hace algo de la manera correcta y rechazar cualquier comportamiento inadecuado del animal, en este caso castigarlo. Esto ayudará a que la mascota entienda cuál es el comportamiento adecuado debe tener.