Copa menstrual, una alternativa ecológica
La copa menstrual se creó en 1930 en EEUU, este objeto fue hecho en su inicio de caucho y látex pensado para que las mujeres tuvieran mayor comodidad durante sus periodos.
La copa menstrual se creó en 1930 en EEUU, este objeto en forma de campana fue hecho en su inicio de caucho y látex pensado para que las mujeres tuvieran mayor comodidad durante sus periodos. “Actualmente la fabrican con látex, silicona o plástico quirúrgico, lo cual la hace inocua y evita cualquier proceso infeccioso, a diferencia de los tampones que pueden causar síndrome de shock tóxico, causada por estafilococo áureo que puede ser mortal”, indica el ginecólogo Roberto Cartagena.
Este recipiente se hizo popular en la última década y su uso consiste en insertarla en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual. A diferencia de los tampones, que también se usan internamente, la copa menstrual no absorbe la sangre; ésta queda contenida en el interior hasta que se extrae de la vagina y se desecha el líquido, lo cual hace que sea muy ecológica. “Según estudios, una mujer tiene una media de 520 ciclos en toda su vida y usando más de 10 tampones o compresas en cada menstruación genera toneladas de basura, lo cual no es sostenible para el planeta”, agrega el especialista.
Para su correcta higiene, la copa debe ser lavada los días del periodo y hervida cuando finaliza éste ya que tiene un tiempo de vida de 10 años. Su forma ergonómica y su material no generan incomodidad, no desestabilizan la capacidad natural de autolimpieza, no son incómodas de extraer durante los últimos días de la menstruación ni dejan restos de fibras. Además vienen en tallas S, M, L y XL. “Las más pequeñas para las más jóvenes y las más grandes para mujeres con varios hijos”, explica el médico.