Medidas de seguridad mínima podrían salvar la vida de 40 mil personas
El documento del BID asegura que "400.000 lesionados graves en accidentes automovilísticos pueden evitarse para el 2030 en América Latina".
Según un informe de la ONU, difundido por Global NCAP y el Banco Interamericano de Desarrollo, hasta el 2030 se podría salvar la vida de "40 mil personas" ocupantes de vehículos si se adoptan las regulaciones básicas de seguridad vehicular.
El objetivo del estudio fue predecir cuántas muertes y heridos podrían ser prevenidos en cuatro países de América Latina (Argentina, Chile, México y Brasil), estableciendo las normativas de seguridad mínimas para vehículos y a través de los programas de pruebas de choque.
Si también se consideran a los ocupantes seriamente lesionados, entonces “se estima que hasta 440.000 ocupantes de vehículo muertos y/o lesionados podrían ser salvados".
Por otro lado estas reducciones podrían ahorrar "hasta 143 mil millones de dólares en el período entre 2016 y 2030”. Y las mejoras en los vehículos para lograr lo requerido por la ONU “representa una minúscula fracción de los 143 mil millones que se ahorran”.
"Algunos países de América Latina han comenzado el proceso legislativo y ahora están aplicando normas que son similares a la de UE y a la de otras regiones industrializadas, pero sigue habiendo una brecha significativa entre las normas de seguridad de los vehículos regulados en las regiones industrializadas con los de América Latina", explicó Dalve Soria Alves, Especialista Senior de Transporte/Coordinador de Seguridad Vial del BID.
Richard Cuerden, responsable del estudio, destacó "la urgente necesidad de adoptar los reglamentos de seguridad secundarios para vehículos impuesta por las Naciones Unidas en América Latina. Tales normas de seguridad han estado en vigor en la UE hace décadas y evitarían las innecesarias muertes y lesiones de cientos de miles de personas. El establecimiento de una protección más común y equitativa en el caso de una colisión, para todos los usuarios de vehículos, sin importar la región, sería un gran paso para la democratización de la seguridad vial”.