01 de julio (Mané Montalvo para Oxígeno).- Fue el propio jugador paraguayo Haedo Valdez quien dijo previo al duelo este silogismo para el bronce:  “.. Lo malo que tiene la defensa argentina, es que los delanteros son de otro planeta". La verdad es que Haedo no podía estar tan acertado…

Anoche en el frío estadio de Concepción, Lio Messi jugó uno de sus mejores partidos en la selección argentina, diez años después de su debut oficial con la albiceleste. Aunque no marcó gol, la jugada que hace para el 5-1 que concreta Dimari, es casi tan alucinante como el segundo gol marcado por Maradona frente a Inglaterra en el estadio Azteca en la Copa del Mundo 1986. Messi, contrariamente a los dos grandes que levantaron la copa en el Azteca, Pelé el 70, y Maradona el 86, podría ser el primer gran “crack” desde esos dos gigantes en ganar la Copa América. Pelé y Maradona, con lo grandes que fueron nunca levantaron la copa de plata de 75 centímetros de alto encargada a un exclusivo joyero de Buenos Aires hace 99 años.

Messi fue el conductor de una orquesta donde Rojo, Pastore, Kun, Di María e Higuaín hicieron vibrar las redes seis veces el arco defendido por el gran portero Justo Vilar. Fue finalmente 6-1 en un score histórico, el mismo que Bolivia le propinó a la misma Argentina de Messi hace 6 años en el estadio Hernando Siles de La Paz. Especial revancha para el delantero del Manchester United, a quién al fin se le abrió el arco anoche, luego de partidos donde Di María hizo el gasto y los gestos para marcar.

Al cabo del primer tiempo el score de 2-1 a favor de la Argentina presagiaba otra heroica acción de los paraguayos, acostumbrados a mostrar solvencia defensiva y remontar resultados adversos frente a los dos grandes de Sudamérica.

Messi fue entonces el masivo maso que rompió la famosa “muralla” paraguaya. La albiroja, usualmente imbatible en el juego aéreo y en lo defensivo, fue derrumbada anoche por las incursiones del 10, quien a fuerza de velocidad y el talento sobrenatural que ya observó Galeano.

Caída la muralla del Paraguay, se avecina “la batalla de Santiago”, tal como se denominó durante la Copa del Mundo 1962 al duelo entre Chile e Italia donde la selección local fue pasando de fase en fase a patadas y a como de lugar.  Chile había ganado 2 – 0 a los italianos en un duelo con patadas, expulsiones y hasta un delantero italiano detenido por los carabineros.

Este partido queda como un lejano antecedente del “Condorazo” del arquero Rojas en el estadio do Maracaná en los años 90 (el portero se corta la cara con un “gilette” con el fin de suspender el partido) y del “dedo de Jara” hace unos días en el mismo estadio Nacional contra el delantero del PSG Cavani.

Un masivo Messi y sus muchachos irán por la Copa América este 4 de julio frente a la mejor selección chilena de la historia. Así de simple, “la batalla de Santiago” promete ser un partido final para los libros de historia, un duelo de dos técnicos bielsistas (el “Tata” Martino y Sampaoli) luego de la extraordinaria exhibición de arte que ofreció el 10 argentino y sus muchachos, en la fría noche de Concepción, la capital de la octava región de Chile.

El mejor Chile de la historia, frente a la delantera “de otro planeta…

*Enviado especial de Oxígeno a la Copa América Chile 2015.

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