Nadine, Bolivia, Martín Belaunde Lossio y el giro de Ollanta
El desaparecido sabe mucho. En eso no miente al afirmar que puede ser “peligroso en el sentido político”. Desde sus primeras apariciones con la “pareja presidencial” en la primera campaña de Humala (2006) hasta la última fotografía conocida de él con Heredia en noviembre de 2011, Belaunde Lossio seguro tiene muchas historias que contar sobre el papel del eje Caracas-La Paz, los asesores españoles, el dinero que llegaba de Venezuela y el giro de Ollanta que decepcionó a buena parte de la izquierda peruana. Por todo ello apareció aquella pancarta que con malicia afirmaba que su desaparición era un regalo de cumpleaños para Nadine.
Un cartel llamó la atención de todos los que circularon ayer por el Paseo de la República, una de las avenidas más transitadas de Lima. “Feliz cumpleaños Nadine, Belaunde libre” se leía en la pancarta firmada irónicamente con la etiqueta #SociosDelaCorrupción.
La alusión estaba dirigida nada menos que a la primera dama del Perú, quien tiene vinculación, contratos y fotografías con Martín Belaunde Lossio, desaparecido desde la madrugada del domingo. La compañera del presidente Ollanta Humala es una de las piezas clave dentro del complejo caso por el que en menos de 48 horas ya se detuvo a 12 personas en Bolivia y le costó el puesto de ministro de Gobierno a Hugo Moldiz.
Nadine Heredia y el hombre que abandonó la casa del Curaca Blanco en Bajo Llojeta tienen historias que se cruzan en distintos momentos y que se relacionan con Bolivia también. Hace 20 años, la elegante e influyente primera dama del Perú era una estudiante de melena desordenada con pantalones rasgados y pintados que era parte de un grupo folclórico que covereaba a Los Kjarkas.
Ahora viste trajes de Carolina Herrera, zapatos de Salvatore Ferragamo y joyas de G&G, pero cuando la joven Nadine vino a Bolivia de gira con su grupo Tampu, llevaba ropas anchas y carteras con diseños andinos. Una foto de aquella visita quedó en el baúl de recuerdos de un periodista y se publicó junto a una entrevista el año pasado en la edición peruana de la revista Cosas.
En la imagen se ve a quien entonces era una estudiante de Comunicación Social abrazada con uno de sus compañeros de estudio frente a una pared llena de grafitis. La instantánea no llamó mucho la atención en Perú, pero el reportaje generó revuelo por la acción judicial que interpuso la primera dama para que no salgan las fotos de sus hijos.
“Lo que yo recuerdo de Nadine en tiempos de universidad, es que era una chica que no permitía que se manchen sus emociones, y se mantenía a salvo. Como alguien que camina atravesando un río, manteniendo una vela encendida. La recuerdo riendo en El valle de la Luna, en La Paz, en un viaje que hicimos con el grupo vocal. Ahora estamos en la Residencia de Palacio de Gobierno viendo las fotos que le he llevado, de aquellas épocas. Ríe conmigo, en este salón, señorial, dorado, pasando las páginas del álbum de 1994”, escribió Gabriel Gargurevich, autor de la entrevista y partícipe de aquella visita a Bolivia.
(Foto: Revista Cosas - Perú)
Los contratos y el apoyo chavista
Faltaban 15 años para que estalle el escándalo de los contratos de ella con Belaunde Lossio y el padre de éste que generaron un enorme manto de dudas sobre el origen y destino de su creciente patrimonio. Nadine pasó, en ese tiempo, de ser una aplicada y bohemia estudiante de universidad privada a una consultora internacional con grandes contratos y una cuenta bancaria que recibía miles de dólares cada semana. Dos años después del viaje a La Paz, conoció a Ollanta Humala.
Un reportaje especial del equipo de investigación de Ojo Público (Perú) reveló los contratos que Heredia contrajo desde 2006 años con quien fue asesor y financiador del proyecto político de Humala y que ahora está desaparecido. “Desde entonces, la historia de las cuentas de la hoy primera dama en el Banco de Crédito del Perú se convirtió en el secreto mejor guardado del régimen”, afirma el medio de comunicación de Lima. Fueron 219.000 dólares de origen desconocido que se depositaron entre 2006 y 2009 a favor de Nadine.
En 2007 se conocieron dos contratos, uno por 90.000 y otro por 51.000 dólares que la comunicadora firmó con Martín Belaunde Lossio y con el padre de éste, Antonio, respectivamente. Sin embargo, la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú constató que los depósitos desde estas empresas nunca se hicieron y sólo fueron una cortina para justificar los ingresos descomunales que eran depositados a favor de Heredia por familiares y amigos de ella sin capacidad semejante para transferir tales cifras.
(Ver el reportaje de Ojo Público: http://www.ojo-publico.com/28/historia-detras-de-las-cuentas-bancarias-de-nadine )
En esta misma época ingresa en el escenario un personaje conocido de los procesos políticos de Venezuela, Ecuador y Bolivia. El Centro de Estudios Politicos y Sociales (CEPS) y el asesor constitucional Rubén Martínez (español) aterrizaron en Lima en 2008 para trabajar en el programa de Ollanta Humala, según un cable filtrado por Wikileaks. La relación entre el experto que colaboró en los procesos constituyentes del eje bolivariano con el Partido Nacionalista Peruano duró poco, sin embargo. El estilo “controlador” de Nadine frustró la colaboración.
En aquel momento el Daily Journal, venezolano y filo chavista, tenía un contrato de 4.000 dólares mensuales con Heredia por publicaciones que nunca se llegaron a hacer. Los pagos tampoco se realizaron. 8.000 dólares sí fueron recibidos por la primera dama por la privada Venezolana de Valores desde un paraíso fiscal en Curacao.
Chávez apostaba por Ollanta en Venezuela y no se quedó en las declaraciones de apoyo e invitaciones a Caracas. Sin embargo, los que conocen el Palacio de Miraflores señalan que fue precisamente Nadine la que pilotó el giro gubernamental que dio la espalda al eje bolivariano y se acurrucó en el proyecto de la Alianza del Pacífico. No hubo más tufillo socialista en el discurso de Ollanta, ni siquiera un nacionalismo moderado sino pragmatismo liberal puro y duro. La chica que cantaba temas de la nueva trova cubana e Illapu había quedado muy atrás.
El giro de Ollanta
Vale recordar que la punta de lanza de la campaña Humalista para captar el voto de la comunidad peruana en Bolivia en 2011 fue el socialista Hugo Cabieses, hoy alejado del gobierno. Hoy critica el extractivismo de varios emprendimientos del Poder Ejecutivo en Lima. Su oposición a un proyecto minero (Conga) le costó el cargo.
“A Perú se lo exhibe como ejemplo para América Latina de un país que ha crecido sostenido por la minería. Yo vengo a defender todo lo contrario”, dijo hace un año en Montevideo y añadió que Humala “dio un giro de 180 grados”. Su amigo Ricardo Soberón, quien impulsó una política pública de drogas enfocada en los derechos humanos, fue otro de los desplazados de la primera camada izquierdista de la administración de Ollanta.
“Perú ha tenido un crecimiento económico sumamente importante en los últimos años, pero ese crecimiento ha sido de todo menos sostenible. Y la minería, fundamentalmente la minería a tajo abierto, ha contribuido mucho a esa insostenibilidad. Yo fui parte del gobierno de Ollanta Humala cuando el presidente sostenía que entre el oro y el agua había que elegir el agua. Con afirmaciones como esas y un programa que se llamó ‘La gran transformación’, que sin ser revolucionario apuntaba a otro modelo de desarrollo, fue que ganó las elecciones en 2011. Pero luego pasó a defender lo contrario, y a afirmar por ejemplo que con el oro, con los recursos que genera, se puede proteger el agua. Y es falso por donde se mire”, dijo Cabieses al semanario uruguayo Brecha en 2014.
Otro episodio que exhibió el desmarque de Ollanta del proyecto del eje La Paz-Caracas fue la negativa del mandatario peruano a convocar una reunión de emergencia de Unasur por la detención del avión de Evo en Europa a mediados de 2013. A pesar de los reclamos públicos y privados de Maduro, Cristina y Correa, Humala no quiso llamar al cónclave pese a que en aquel momento tenía la presidencia de la plataforma sudamericana. Quedaba claro que la Alianza del Pacífico le resultaba más cómoda a lo que en algunos sectores del Perú llaman “la presidencia conyugal”.
“Yo creo que la pareja presidencial me persigue, porque les puedo ser peligroso en el sentido político, eso lo tengo claro”, dijo Belaunde Lossio desde La Paz en enero de este año, sin embargo, en Perú la opinión pública y la especializada coinciden en que desde Lima se hizo poco para lograr la extradición que se frustró con la desaparición del empresario y ex asesor el domingo. Pasaron 14 días desde que se supo que en Bolivia se aprobaba la extradición hasta la noticia de la fuga y en todo ese tiempo las autoridades peruanas no hicieron nada para reforzar la custodia en la casa de Bajo Llojeta o lograr un arresto efectivo de Belaunde Lossio hasta el momento de la entrega.
El desaparecido sabe mucho. En eso no miente al afirmar que puede ser “peligroso en el sentido político”. Desde sus primeras apariciones con la “pareja presidencial” en la primera campaña de Humala (2006) hasta la última fotografía conocida de él con Heredia en noviembre de 2011, Belaunde Lossio seguro tiene muchas historias que contar sobre el papel del eje Caracas-La Paz, los asesores españoles, el dinero que llegaba de Venezuela y el giro de Ollanta que decepcionó a buena parte de la izquierda peruana. Por todo ello apareció aquella pancarta que con malicia afirmaba que su desaparición era un regalo de cumpleaños para Nadine.