La efeméride disminuida
Argentina tiene feriado en honor a la Revolución de Mayo de 1810, es decir, al eco del grito de libertad emitido en América desde Chuquisaca un año antes; el papa Francisco —a propósito— saludó a la presidenta Cristina Fernández con motivo de la “Fiesta Nacional”. Donde se encendió la chispa de la emancipación para toda el área latinoamericana, en Bolivia, esta fecha se reduce a una efeméride departamental.
No hace mucho se instituyeron los días festivos del 22 de Enero por la “Fundación del Estado Plurinacional de Bolivia” y del 21 de Junio por el “Año Nuevo Aymara”. Lo acontecido el 25 de Mayo de 1809 tiene que haber sido algo menor, no tan simpático aunque sea porque, de lo contrario, no quedaría fino pasarlo por alto en el calendario de feriados oficiales. Si de ser originales se trata, humilde resultará mi propuesta del final…
Argentina tiene feriado en honor a la Revolución de Mayo de 1810, es decir, al eco del grito de libertad emitido en América desde Chuquisaca un año antes; el papa Francisco —a propósito— saludó a la presidenta Cristina Fernández con motivo de la “Fiesta Nacional”. Donde se encendió la chispa de la emancipación para toda el área latinoamericana, en Bolivia, esta fecha se reduce a una efeméride departamental.
Cuando el Presidente llega a Chuquisaca los 25 de Mayo con las manos desbordadas de regalos por su costumbre de entregarlos en las efemérides (alegre costumbre, por supuesto, ¿o a quién no le gusta recibir regalos?), él, como muchos otros, se olvida del cumpleaños grande, de la celebración nacional y continental.
Pero la culpa no es suya. Alguien le dice “ve, Evo, lleva regalos a Chuquisaca, es su efeméride”, y él, como muchos otros, reductor de la historia a pesar de su investidura, hace caso. “¡Es la fiesta de los chuquis!”, debe pensar el Presidente, siempre dicharachero él. Pero la fiesta de los chuquis es también de todos los bolivianos.
En fin que, para llorar sobre la sidra derramada en las entregas de obras, la celebración del 205 aniversario del primer grito de libertad en América se restringió a Chuquisaca; oficialmente, hubo feriado departamental. ¿El Gobierno o el país entero no comprende (o no acepta) el valor histórico de esta conmemoración?
Políticamente hablando, hoy, el revolucionario 25 de Mayo no está a la altura del refundacional 22 de Enero y el originario 21 de Junio: nada más retrógrado que la historia ligada a las monarquías. Aunque esa misma historia —la de la sublevación al Rey de España— pudiera servir a cualquier gobierno indígena, hoy, para reivindicar la independencia, la soberanía y la manida dignidad.
No es necesario rasgarse las vestiduras, por ejemplo, frente al centralismo de toda la vida. A muchos chuquisaqueños les falta tomar verdadera conciencia del 25 de Mayo de 1809, y, entonces se entiende por qué esta fecha no tiene ninguna repercusión en el resto del país. La ignorancia puede ser muy cruel. La desidia, más todavía.
El pasado, pisoteado.
Como la competencia plurinacional está centrada en quién idea el feriado menos serio, las propuestas deben ir en ese sentido; aquí va una: Habiendo feriado doble por el importantísimo Carnaval, no desentonaría redondear un terceto con la fecha del debut profesional del Presidente futbolista. Los apasionados por este deporte guardamos nuestras mejores expectativas no para la Copa del Mundo, sino para la entrada a la cancha del mediocampista que en su tiempo libre ejerce de mandatario izquierdista. Y no nos sorprenderá, para nada, su próxima convocatoria a la selección nacional.
Mario Cronenbold, el supino dirigente del club Sport Boys Warnes, ha hecho notar —no sin orgullo— que el día del gran debut se marcarán dos récords mundiales: Evo Morales se convertirá en el único Presidente en actividad dentro del fútbol profesional y, además, en la primera persona de 54 años que se estrenará como jugador no amateur. Motivos suficientes, hay que meterle. Si cae domingo, el feriado se corre nomás para el lunes.