La contaminación del aire, de los ríos y las tierras de cultivo en China es de tal magnitud que no solo amenaza el crecimiento económico y la salud pública: también la estabilidad política. El creciente descontento social ha convertido el combate a la polución en prioridad política del Gobierno de Xi Jinping, junto a la lucha contra la corrupción. El azul no es el color habitual del cielo en la mayor parte de China. (El País)
Imagen:

PieImagen:
Foto: El País