VASLAV NIJINSKY : LA GENIALIDAD DEL ESPECTRO DE LA ROSA O EL PAYASO DE DIOS
Vaslav Nijinsky, fue una figura estelar que revolucionó el ballet y la danza llevándolas a la modernidad, con sus movimientos perfectos y sus coreografías innovadoras. Sin embargo, su vida personal y posterior locura, ensombrecieron su vida, mas no su legado
Vaslav Nijinsky llevaba la danza en las venas, sus padres eran unos bailarines ucranianos de origen polaco, que ya conocían el mundo de la danza clásica en los ballets imperiales de la Rusia zarista de finales del siglo XIX. Sin embargo, el joven Vaslav demostró ser no sólo una promesa, sino un fenómeno sin precedentes por la perfección y flexibilidad de sus movimientos, que desafiaban de forma increíble la gravedad.
Esos fueron los atributos que llevaron a ser reclutado por los ballets rusos organizados Sergei Diaguilev, un empresario que promocionó estas puestas en escena y coreografías en la Europa de la “Belle Epoque”, donde estas grandes obras eran acompañadas por la música de verdaderos monstruos de la Música Clásica como Tchaikovsky , Stravinsky, Rachmaninoff, Borodín, Prokofiev, Moussorgsky o Rimsky Korsakov que representaban el alma y esencia de Rusia. Pero no sólo ellos, sus giras lograron posicionar a los impresionistas musicales como Ravel y Debussy en una época de ruptura de moldes estéticos
Sin embargo, Vaslav no se limitó a simplemente ser un bailarín, demostró ser un consumado y prolífico coreógrafo, cuyas obras trascenderían hasta nuestros días . El logró darle movimiento y gracia a los acordes musicales dando el salto a la modernidad. Cabe mencionar algunas de sus obras coreográficas que hasta el día de hoy son referentes obligados:
EL ESPECTRO DE LA ROSA , por ejemplo , es una obra maestra de consumada belleza y expresión , donde el espíritu que vive dentro de una rosa, cobra vida en la noche y en medio de un sueño, visita a su amada para danzar con ella, para luego hacerle pensar que fue simplemente eso.. un sueño, regalándole únicamente un beso de despedida antes de volar de un salto por la ventana del dormitorio para perderse en la noche.
EL SUEÑO DE UN FAUNO, también significó una impronta al darle un marco coreográfico a un personaje mitológico altamente erótico, que le significó no pocas críticas por sus movimientos explícitos e insinuantes. Este fue el primer paso a una coreografía moderna, con elementos de simbolismo que empezaban su transición en el siglo XX, los que nos sitúan en la modernidad. La inexpresividad del Fauno adentra a una renovación del estereotipo del ballet meramente de movimientos coordinados al ritmo, llevándonos a la exteriorización de sentimientos e instintos.
EL RITO DE LA PRIMAVERA, es quizás su obra más controversial e imperecedera al mismo tiempo, una revolucionaria modificación de las posturas y pasos del ballet, dejando de lado lo establecido para evocar el sacrificio de una virgen en medio de una tribu primigenia, primitiva, dentro de una masa impersonal, catalizando la deshumanización. La coreografía creada por Nijinsky, con música de Igor Stravinsky evoca danzas tribales salvajes, que sorprendieron y disgustaron a la audiencia en su estreno, donde los espectadores divididos en dos bandos terminaron a los puños e insultos sin que se detuviera el espectáculo.
Es una época de transición, no sólo en aspectos políticos sino también en aspectos culturales de la Rusia Imperial a la Rusia Soviética, que dio origen a personajes como el coreógrafo Mijail Fokim o las bailarinas Ana Pavlova o Tamara Karsavina quienes compartieron escenario con Vaslav como sus parejas de baile y estaban en esa aura de cambio, de la que fueron parte y precursores. Cabe recalcar que tiempo más tarde, la música y la coreografía de EL RITO DELA PRIMAVERA fue considerado por la crítica, como un preludio de lo que sería el horror de la Primera Guerra Mundial.
Vaslav fue uno de los grandes interpretes de todos los tiempos que podía variar de diversa manera su propio temperamento, como en el caso del PETRUSHKA, donde es un títere que para la mente del bailarín era el payaso de Dios, que en su insana actuación no sabe en que devendrá su destino, una agorera premonición de lo que vendría.
El estado mental y la conducta de Vaslav empezó a demostrar ciertos trastornos y anomalías, acrecentados por su compleja vida personal. El y Sergei Diaguilev eran amantes, secreto a voces en todo París, sin embargo en una gira a Sudamérica, más precisamente en Buenos Aires, Vaslav contrajo matrimonio con una eterna admiradora suya, la aristócrata de origen húngaro Rómola de Pulszky, circunstancia que le valió ser despedido por Diaguilev. Este hecho lo marcó severamente, puesto que a partir de ese momento empezó a perder progresivamente la razón.
Habiendo estallado la Primera Guerra Mundial, se encontraba en Hungría, país que estaba en guerra con Rusia, su patria natal, circunstancia que le valió la reclusión forzosa. Muchas figuras públicas desde Alfonso XIII Rey de España o el propio Presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson intercedieron para liberarlo.
Habiendo obtenido su libertad, trató de re encauzar su carrera, pero los trastornos mentales que padecía se agravaron, largos silencios, coreografías olvidadas, ataques de pánico en escena se hicieron recurrentes. El diagnóstico fue devastador para su esposa y pequeña hija: una incurable esquizofrenia. De nada sirvieron los tratamientos y las medidas terapéuticas , el genio de la danza se sumió en la locura.
Su hija Kyra recordaba vividamente con mucha amargura, el momento en el que Vaslav desconoció a su esposa y en un acceso de violencia descarnada, hizo que ambas rodaran las escaleras de su casa, siendo este el momento en el que fue internado definitivamente en un sanatorio para enfermos mentales, puesto que había enloquecido totalmente, desapareciendo para siempre de los ojos del público.
Mal vivió de manicomio en manicomio, con pocos momentos de lucidez, en medio de la pobreza y la penumbra, sobrevivió a duras penas a la Segunda Guerra Mundial, donde saliendo de su reclusión forzosa, bailó ya muy viejo y acabado para las tropas soviéticas que liberaron Viena. Sin embargo su esposa, logró su traslado a Londres donde finalmente falleció en 1950.
La herencia de Vaslav Nijinsky, en cuanto a las coreografías de ballet que desafiaban la imaginación y la gravedad, así como la innovadora indumentaria y puestas en escena, aún quedan como un referente absoluto de la danza, siendo el salto a la modernidad del ballet, haciéndolo más real, humano y expresivo. Y su legado fue seguido por grandes intérpretes como el gran Rudolf Nureyev, o las primeras figuras femeninas como Margoth Fontaine, Darcey Boussel o Nina Kaptsova entre otras, sin dejar de mencionar la impronta en el ballet moderno , tal es el caso de Aram Kachkaturiam el compositor soviético que con lo aprendido pudo plasmar su maravillosa obra ESPARTACO.
Su esposa Rómola lo recordaba de la siguiente forma: “El genio de Nijinsky traspuso fronteras y tiempos, su talento excepcional lo llevó a ser consagrado como el Vestris del Norte, emulando el sobrenombre al gran bailarín del siglo XVII Gaetan Vestris, apodado el “Dios dela Danza”. Su carrera meteórica y brillante alcanzó su cenit poco antes de la Primera Guerra Mundial. Vaslav fue aplaudido y aclamado hasta las lágrimas por un público que se electrizaba ante su técnica precisa, impecable e irrepetible y su poder de transformación escénica. Era la armonía perfecta que emanaba naturalmente de su elan vital personal, del conocimiento profundo de su profesión y de su mágico poder de seducción”
Se dice que la locura endurece a las personas , dándoles una fortaleza enorme para compensar su extravío mental. Lamentablemente este fue el caso de Vaslav Nijinsky, quien en la oscuridad de su insania tuvo una dolorosa resistencia al tiempo, donde durante más de cuarenta años, su genialidad atrapada en la esquizofrenia, no logró que su mente y espíritu definiese si era el Espectro de la Rosa o el payaso de Dios.