Economía de Mercado
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Armando Méndez Morales
13/10/2014 - 18:32

¿Deuda publica, crisis en el futuro? Sí

La mayoría de los países no pueden mantener el denominado equilibrio fiscal, aunque hay acuerdos en esa línea. Por ejemplo, la Unión Europea, con el Tratado de Mastricht, determina que ningún país miembro supere un nivel de deuda pública a PIB del 60 por ciento. Los europeos no han podido hacer realidad esto, incumplen desde hace rato, y, hoy, el dramático problema que tienen es precisamente su enorme deuda pública. A esta situación no llegaron de la noche a la mañana, sino poco a poco. Y hoy tienen que hacer drásticos ajustes fiscales; aumentar impuestos y bajar gastos, tarea titánica y de difícil aceptación social. Esto trae consigo crisis económica.

El Viceministro del Tesoro y Crédito Publico, refuta mi artículo titulado: “Más deuda hoy, crisis para el futuro”, por medio de su opinión titulada: ¿Deuda significa crisis? Su respuesta está en el contenido de su artículo. Es no.

Comienzo reiterando que el monto de la deuda pública externa, hoy, no es un peligro para la estabilidad económica del país, más si la relacionamos con el PIB. Son 5,309 millones de dólares, hasta el 31 de mayo del año en curso, cuando para diciembre del año 2005 era de 4,492 millones. Si comparamos ambas cifras con relación al PIB correspondiente se tiene que la deuda externa pública ha disminuido al 17 por ciento del PIB, cuando para el año 2005 superaba el 50 por ciento.

A pesar de que el país desde el año 2006 continuó incrementando la deuda pública externa, su saldo disminuyó, primero, a $us. 3,192 millones de dólares para fines del mes de julio del año 2006 y, luego, a $us. 2,056 millones para fines de junio del año 2007, no porque se la hubiese pagado, sino porque fue consecuencia de las últimas condonaciones efectivas que el país recibió de sus acreedores. Por tanto, de un saldo de deuda externa de $us 2,056 millones se ha incrementado a  $us 5,309, lo que representa un aumento del 158 por ciento.

Si al saldo de la deuda externa de $us. 5,309 millones le sumamos los saldos por desembolsar de $us. 3,300 millones y le añadimos la pretensión de endeudar en $us. 3,600 más de deuda, que pretende el gobierno boliviano obtener de China y del BID, daría una deuda total externa del orden de los $us. 12,209 millones. Sería un incremento alto de deuda: Ciento treinta por ciento más.

Me llamó la atención, su observación de que no se pueda sumar el saldo de la deuda externa de $us 5,309, (saldo de la deuda efectivamente desembolsada) con los 3,300 millones de dólares, (saldo por desembolsar), para tener una idea de la tendencia sobre el saldo actual de la deuda. Cuando se haga efectivo esos desembolsos, -que ya están comprometidos- la deuda llegaría a $us. 8,609 millones de dólares, suponiendo que no se pagase nada de deuda. En la realidad, continuamente el gobierno está pagando y recibiendo nueva deuda.

Supóngase que una empresa cualquiera tiene una línea de crédito con un banco por 1,000, pero se le ha desembolsado 600. En esta situación el saldo de su deuda efectiva es sólo de 600. ($us 5,309 para Bolivia) Pero cuando el banco le desembolse los 400 restantes, y suponiendo que no amortizara  nada de los 600 otorgados antes, el saldo de su deuda pasaría a ser de 1,000. ($us 8,609 para Bolivia)  

Con relación a la deuda interna del TGN hubiese sido adecuado que el Viceministro precise que el monto al cual él se refiere, que es de 4,064 millones de dólares, no contempla la “deuda garantizada” por el TGN, -633 millones de dólares- con lo cual, el monto llega a lo que yo destaqué, que es de 4,700 millones, suma que está registrada como TOTAL GENERAL en 32,735 millones de bolivianos para el año 2013, -que convertida en dólares da 4,703 millones- en la página Web del Ministerio de Economía y Finanzas, Viceministerio del Tesoro y Crédito Público, en su pestaña denominada: “Crédito Público”, “Deuda interna” y en su primer registro titulado: “Saldo de la deuda interna del TGN (1998-2013)”.

Habría sido una adecuada aclaración al dato sobre deuda interna, que yo aludí en el artículo señalando, decir que se estaba incluyendo una deuda no efectiva. Se convertiría en deuda efectiva si es que los prestamos garantizado por el TGN, no se honrasen por los prestatarios en el momento debido. Mientras tanto, sólo es una contingencia. En lugar de aclarar el Viceministro lo antedicho, textualmente me descalifica diciendo que: “de manera discrecional aumentó el saldo de la deuda pública interna del TGN (en) alrededor de 600 millones de dólares”, cuando este dato está (en bolivianos) en los registros estadísticos oficiales como parte de la deuda total del TGN.

Es aconsejable que el Viceministro, en aras de dar una mayor y mejor información al público, nos diga a quienes el TGN otorga garantías para la obtención de préstamos internos.

Lo fiscal es algo fundamental para la macroeconomía de cualquier país. Lo deseable es el equilibrio fiscal, que los gastos (corriente y  de capital) sean iguales a los ingresos fiscales (sin deuda). Es decir, los ingresos deben superar a sus gastos corrientes. Esto implica que todo gobierno debe ahorrar parte de sus ingresos, lo que se denomina ahorro público, para financiar sus gastos de capital. El ahorro público debe financiar a la inversión  pública. Como las economías son cíclicas, se considera que en épocas de recesión económica el Estado debería invertir más allá de sus propios recursos, generando déficit y con ello deuda pública, porque de esa manera se cree que se puede combatir eficazmente a la recesión económica. La realidad enseña que, independientemente al ciclo económico, los gobiernos crónicamente caen en déficit fiscal y, de esta manera, aumentan la deuda.

La mayoría de los países no pueden mantener el denominado equilibrio fiscal, aunque hay acuerdos en esa línea. Por ejemplo, la Unión Europea, con el Tratado de Mastricht, determina que ningún país miembro supere un nivel de deuda pública a PIB del 60 por ciento. Los europeos no han podido hacer realidad esto, incumplen desde hace rato, y, hoy, el dramático problema que tienen es precisamente su enorme deuda pública. A esta situación no llegaron de la noche a la mañana, sino poco a poco. Y hoy tienen que hacer drásticos ajustes fiscales; aumentar impuestos y bajar gastos, tarea titánica y de difícil aceptación social. Esto trae consigo crisis económica.

La Paz, 12 de octubre de 2014

*Profesor Emérito de la UMSA y Miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.

 

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