Venezuela: El “golpe” esperado
Los estudiantes, que por cinco meses batallaron en las calles contra la dictadura, junto con el encarcelado líder Leopoldo López y la ex diputada María Corina Machado, creen que “La Salida” no puede esperar hasta el 2019 y que Nicolás Maduro y sus incapaces deben irse antes porque el país no aguanta más. ¿Lo lograrán?
Allá por los comienzos de la década de los 90, ante lo que se estimaba era el agotamiento del bipartidismo vigente desde hacía 40 años y en medio de una creciente corrupción, el venezolano promedio pensaba que lo que el país necesitaba era la “mano militar”.
Un oscuro teniente coronel encabezó los cruentos golpes de Estado del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Su fracaso lo llevó a la cárcel pero en poco tiempo fue indultado por el presidente Rafael Caldera. Como las condiciones de Venezuela no mejoraron, el país volvió sus ojos a Hugo Chávez Frías.
Lo que no consiguió con las armas, Chávez lo logró por la vía electoral aprovechando el desgaste del bipartidismo socialdemócrata y demócratacristiano y en 1999 se encaramó en el poder prometiendo reencausar la democracia.
Lo que hizo en realidad en casi 14 años de gobierno, hasta su muerte el 2013, fue destruir lo que quedaba de democracia al instalar en Venezuela un régimen populista-militarista de tendencia comunista, abrazado a sus mentores ideológicos Fidel y Raúl Castro.
No solo destruyó la democracia, sino la economía del país convirtiendo a millones de venezolanos pobres en mendigos, en esclavos del voto a cambio de becas, dádivas, limosnas, prebendas fruto de los multimillonarios ingresos petroleros. En 1999 el barril de crudo se vendía a $12, a su muerte había ascendido a más de $100.
Botó la casa por la ventana y hoy sus herederos confrontan deudas multimil-millonarias que mantienen al país abatido en medio de una atroz falta de medicinas, alimentos e insumos para las escuálidas industrias que aún existen en manos privadas y que escaparon a las expropiaciones sin ton ni son.
El desespero es tal que vuelve a escucharse el clamor por un cambio. Leopoldo Castillo, ex presentador de TV sostiene que ya hasta se banaliza el término “Golpe de Estado” que se escucha como clamor en las colas que los venezolanos hacen todos los días en busca de artículos de primera necesidad.
Clamor contra el monopolio de la información, la politización de la justicia, la prostitución de los otros poderes públicos y la tremenda inseguridad que ha causado en estos tres quinquenios alrededor de 200.000 muertes por asesinatos. La protesta por la infraestructura destruida, por el sufrimiento de no encontrar medicinas contra el dengue y otras enfermedades que hace años ya habían sido erradicadas en Venezuela.
¿Un gobierno militar? Pero si la mayoría de los cargos públicos en Venezuela desde la época de Chávez están en manos de militares. Más de la mitad de las 23 gobernaciones están a cargo de generales o coroneles. Otro tanto ocurre en los 37 ministerios y 110 viceministerios.
Además el alto mando se proclama “socialista, chavista y antimperialista” y en la Escuela Naval su estandarte de guerra tiene la efigie de Chávez.
El embajador Diego Arria, ex alto funcionario de Naciones Unidas, cree que hay que tener esperanzas en el sector institucionalista de las fuerzas armadas, pero el más importante grupo opositor enrolado con Henrique Capriles no cree en soluciones de fuerza y apuesta a esperar a un cambio que se produciría electoralmente.
Los estudiantes, que por cinco meses batallaron en las calles contra la dictadura, junto con el encarcelado líder Leopoldo López y la ex diputada María Corina Machado, creen que “La Salida” no puede esperar hasta el 2019 y que Nicolás Maduro y sus incapaces deben irse antes porque el país no aguanta más. ¿Lo lograrán?
(*) Hernán Maldonado, periodista, ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.