La Cancillería publicó un comunicado oficila la noche de este viernes, aunque está fechado el día de ayer, en el que denuncia ante la comunidad internacional que se gesta un intento de golpe de Estado en Bolivia con la toma de la Casa Grande del Pueblo, “promovido por dirigencias cívicas, lideradas por Luis Fernando Camacho y la alianza política con Carlos Mesa”.

De acuerdo con el comunicado, cívicos y políticos día a día impulsan una serie de medidas y acciones "antidemocráticas" tales como la quema de instituciones, persecución a indígenas, campesinos, obreros, la convocatoria a las Fuerzas Armadas (FFAA) a desconocer al Gobierno y demandar la renuncia del presidente Evo Morales.

El documento agrega que el Gobierno de Bolivia rechaza todo tipo de violencia y ratifica su confianza en el rol de la comunidad internacional para que coadyuve en la preservación del orden Constitucional en el país.

El comunicado surge en medio de un motín policial, que comenzó en Cochabamba, pero horas después unidades de la Policía Boliviana en Sucre, Tarija y Santa Cruz manifestaron que estaban amotinados; sin embargo, la situación aún no es clara. La gente en varias ciudades del país se concentró en puertas de las unidades policiales para pedir que los policías se sumen a la protesta. 

No obstante, el comandante de la Policía, Yuri Calderón, aseguró que la medida únicamente se presentó en Cochabamba y consideró que todo volverá a la calma.