El ministro de Obras Públicas, Milton Claros, afirmó este martes, que los dueños del jet Super Mid-Size- Gulfstream GIII, "retenido" en el país por la Aduana Nacional, pueden recuperarlo si pagan las multas y sanciones que corresponden por el incumplimiento de la norma nacional.

Claros confirmó que el jet ingresó al país de forma legal, pero que sobrepasaron el tiempo de estadía legal, que sería de 30 días, después de los que debería haber regularizado su permanencia en el país.

“La nave ingresó legalmente al país, pero su periodo de estadía y permanencia ha sobrepasado y se están aplicando sanciones. Ahora, el dueño del avión tiene que pagar Bs 46.000 a Aasana”, explicó.

Según Claros, los representantes del jet tienen una deuda de 46.000 bolivianos con la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) por la estadía de la aeronave en el aeropuerto de El Trompillo, en Santa Cruz.

"Si los dueños o propietarios de este avión tienen la buena voluntad y la buena fe de resolver este tema, claro que hay que pagar las multas, sanciones porque eso amerita la reglamentación", afirmó.

El lunes, el director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Celier Aparicio, aseguró que el jet no salió de Bolivia debido a problemas de mantenimiento, pero que no reguló su situación pasados los 90 días que permite la norma, por lo que la Aduana procedió al decomiso.

El diputado Tomás Monasterio (UD) presentó facturas emitidas por la Aasana a nombre de Ricardo Javier Torres Mayet y del Bank of Utah Trustee, emitidas entre el 4 y 5 de diciembre de 2017, en las que consigna que se pagaron 68.044 bolivianos por la estadía de la aeronave en Bolivia, pero no aclaró a qué periodo correspondían.