El vicepresidente, Álvaro García Linera, inauguró un sistema de agua potable en San Joaquín, capital de la provincia Mamoré en el Beni. El proyecto pertenece al programa gubernamental 'Mi Agua’. Durante el acto afirmó que las represas proyectadas y cuestionadas por los grupos indígenas se construirán a pesar de la oposición de algunos.

El discurso del vicepresidente comenzó por referirse a la importancia de tomar previsiones para garantizar la dotación de agua, ya que el cambio climático provocará la escasez en todo el mundo.

Luego se refirió a la sabiduría de los pobladores de la zona, que hace miles de años enfrentaron un cambio climático y construyeron lagunas artificiales para garantizar el suministro de agua para su gente. Resaltó que hayan decidido cortar los árboles para crear las lagunas, ya que “es mejor cortar un árbol y no perder todos porque no haya agua”.

El discurso derivó en que la solución para la crisis de agua son los proyectos de construcción de presas en diferentes regiones del país, ya que, según la autoridad, ayudarán a cuidar la vida y la producción de alimentos frente a las sequías.

Entonces se refirió a quienes se oponen a su construcción y asumió que se trata de personas que trabajen en organismos internacionales.

"Aquellos, los que se oponen a que hagamos represas, les decimos que no les vamos hacer caso, porque en primer lugar está la vida y no su interés personal y sus salarios que reciben del extranjero para impedir el desarrollo de Bolivia", afirmó.