La dirigencia de Wilstermann cumplió lo que había anunciado. Impugnó el partido que perdió ante Bolívar (0-2) ayer en Cochabamba por la supuesta mala habilitación del brasileño Thomaz Santos.

El problema radica en  un contrato que Wilstermann habría firmado para la cesión del brasileño al San Pablo de su país, el 2017, el cual establece que el mediocampista no puede jugar en otro club boliviano que no sea el Aviador.

Según la dirigencia aviadora, el contrato señala que el club brasileño debería pagar 80 mil dólares si el jugador jugara en otro club en el país y aseguran tener las pruebas suficientes para que se quite los puntos a Bolívar y se los dé a su equipo.

La dirigencia celeste, en cambio, está segura de la legalidad de la inclusión de Santos, que fue el jugador clave para la importante victoria académica.