La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció que se suspende la final de la Copa Libertadores que iba a jugarse el 25 de noviembre entre los principales rivales del fútbol argentino, Boca Juniors y River Plate.

"Vamos a posponer" el encuentro, informó el presidente del organismo, Alejandro Domínguez, quien explicó que es necesario "dar las condiciones para que ambos clubes tengan el tiempo de recuperarse" tras las agresiones que sufrieron en la víspera los jugadores de Boca cuando su autobús ingresaba al estadio de River, el Monumental.

"Creemos en emitir una señal de que la organización está para generar un buen espectáculo deportivo que genere confianza", añadió el titular de la Conmebol.

La Conmebol citó para el martes en Asunción a los presidentes de Boca y de River, Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio, para definir la fecha de la final que podría jugarse el 8 de diciembre.

Boca Juniors presentó un escrito a la Conmebol en el que solicitó la suspensión de la final de la Copa Libertadores. Además, solicitó la aplicación del artículo 18, que prevé desde la reducción de puntos hasta jugar la final a puertas cerradas o en un tercer país.

Boca afirmó que no estaban dadas las "condiciones de igualdad" de competencia acordadas en el acta que ambos clubes firmaron el sábado con la Conmebol, después de que su capitán Pablo Pérez sufrió heridas tras el ataque al autobús que trasladaba al plantel al Estadio Monumental y obligó a la primera suspensión.