Finalmente, la Conmebol decidió suspender el partido revancha de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Jrs, por un acuerdo entre ambos equipos se jugará el domingo a las 17:00  en el estadio Monumental de Buenos Aires.

En principio el partido había sido postergado debido a la agresión al autobús del plantel de Boca y a los desmanes ocurridos en las cercanías del estadio Momunental. Sin embargo, después de una reunión entre el presidente de Boca, Daniel Angelici, el paraguayo Alejandro Domínguez, titular de Conmebol, y Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, se decidió suspender el partido.

"Un equipo no puede jugar y el otro no quiere ganar en estas condiciones", explicó Domínguez a los periodistas.

Por los medios locales se sabe que el capitán Pablo Pérez y el defensor Leonardo Jara sufrieron cortes en el ataque al autobús y el juvenil Gonzalo Lamardo se vio afectado por los gases lacrimógenos lanzados por la policía. Pero, el informe de los médicos de la Conmebol determinó que no había razones para suspender el encuentro.

"Sr. Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Alejandro Domínguez. Presente. Me dirijo a Usted para informarle de los hechos ocurridos en la fecha en la cual los jugadores del club Boca Jrs sufrieron lesiones de piel superficiales en miembro superior, miembro inferior, facial y tronco, del mismo modo 2 jugadores refirieron lesiones en la córnea, la cual no se pude confirmar por nuestro cuerpo médico", se lee en la nota. "Debido a esta situación, consideramos que desde el punto de vista médico no existe una causal para la suspensión del encuentro. Atte Dr. Osvaldo Pangrazio, Dr. Francisco Mateu, Dr: Jorge Pagura y Dr. José Veloso", dice el texto publicado por la Conmebol.