La cantante está acusada de seis delitos contra la Hacienda pública por defraudar 14,5 millones de euros entre los años 2012 y 2014, simulando que no residía en España.
El magnate anunció que a sus 77 años llegó la hora de decir adiós a su empresa de lucha libre. Seguirá siendo el accionista mayoritario y recalcó que todo quedará en las manos de su hija, Stephanie McMahon, y el ejecutivo Nick Khan.
La decisión ha sido tomada después de que el ganador del premio al Mejor Actor diera una bofetada al presentador Chris Rock en el escenario donde se entregaban los Premios de la Academia.