Ayer, tras una reunión del COED, las autoridades negaron la solicitud de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y determinaron que el encuentro se juegue a puertas cerradas. Sin embargo, la decisión no fue unánime y el gobernador de La Paz,. Félix Patzi, salió a declarar que fue él el único que estuvo de acuerdo con que, al menos, los 7 mil abonados puedan asistir al estadio.