El Gobierno boliviano, a través del viceministro de Planificación, David Guachalla, abrió la posibilidad de que se evalúe una nueva fecha para el censo, aunque dependerá de que haya “avances realmente considerables” en las labores que desarrolla el Instituto Nacional de Estadística (INE) con gobiernos municipales, departamentales y universidades. 

“Una vez más hay que señalar que el Decreto Supremo 4760 establece como fecha máxima de realización del día del empadronamiento mayo o junio de 2024, pero si existiese avances considerables en los operativos de campo que vienen realizando el INE, se podría evaluar de manera técnica una posible reprogramación”, afirmó la autoridad.

El censo, inicialmente, estaba programado para noviembre de este año; sin embargo, tras una reunión entre el presidente del Estado, Luis Arce, y el Consejo Nacional de Autonomías (CNA) se definió su postergación hasta el 2024.

La decisión, sin embargo, fue rechazada por algunas autoridades como el alcalde de La Paz, Iván Arias, y el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien fue la única autoridad departamental que no participó de la reunión del CNA.

Ambas autoridades subnacionales piden que el censo sea el 2023 y no el 2024. Santa Cruz, de hecho, acató un paro parcial el pasado lunes en exigencia de adelantar la fecha de la consulta nacional.

En conferencia de prensa, Guachalla también leyó el comunicado que emitió la Comisión Internacional de alto nivel, en el que señala que se valora de manera “positiva” la reprogramación del Censo para 2024, incluso sugieren que el mismo se lo debería hacer en octubre del 2024 y no en mayo o junio de ese año.