En su primera participación oficial como embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Arce, reiteró que en el país hubo un golpe de Estado el 2019 y señaló que esa ruptura del orden constitucional se debió, en parte, al informe “fraudulento” que presentó el equipo auditor de la OEA el 2019.

“La democracia fue abruptamente interrumpida el 10 de noviembre de 2019. 37 fallecidos, 800 heridos, 1.500 detenidos, cientos de exiliados y siete diplomáticos asilados sin salvoconducto en la embajada de México fue el terrible resultado de lo que vivió Bolivia en un año de terror del que pudimos salir solo gracias a la voluntad soberana de Bolivia”, afirmó Arce durante su intervención.

El exministro de Justicia boliviano, en ese sentido, recordó que el 2019 el Gobierno del entonces presidente Evo Morales confió en la OEA para realizar una auditoría electoral de los comicios presidenciales de ese año, ante protestas de parte de la ciudadanpia que denunciaba un “fraude”.

“El resultado (de la auditoría) fue el más nefasto que se puede esperar de una organización que se supone es tutelar y garante de la democracia en la región”, afirmó el diplomático boliviano a tiempo de recordar que “hubo más de media docena de informes académicos que ilustraron sobre las falsedades de la auditoria de la OEA”.

Arce, incluso, fue más allá y aseguró que el único fraude que hubo en Bolivia fue el de la auditoría realizada por el organismo internacional.

“Si hubo algún fraude fueron los informes preliminares y definitivos de la OEA (…) Hay muertos por el accionar de lo que significaron estas auditorías”, aseveró.

Finalmente, Arce también aprovechó la oportunidad para agradecer al Gobierno mexicano por salvarle la vida y la de varias exautoridades de Gobierno, entre ellas la del expresidente Evo Morales.