En el Día Internacional de los Derechos Humanos, el Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia emitió un comunicado en el que alienta al país a defender los derechos humanos de todas las personas, a construir colectivamente una cultura de paz a través del diálogo, y a la generación de políticas públicas de largo plazo con un enfoque de derechos humanos.

En el texto, la ONU señala que Bolivia ha sufrido el impacto de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, a lo que se suma “un persistente potencial de conflictividad política y social”, por lo que afirma que superar estas múltiples crisis “requiere de un esfuerzo sostenido para lograr la tarea histórica de la pacificación del país con mayores niveles de inclusión e igualdad”.

“Hoy, persisten sectores marginados de la población boliviana que continúan sin poder ejercer plenamente derechos como a la educación, salud, alimentación, vivienda, trabajo y agua, entre otros, generando condiciones de desigualdad y marginación. Persiste además una violencia naturalizada contra las mujeres y niñas que constituye una clara violación de derechos. Esta situación, exacerbada por la emergencia sanitaria, obligan a repensar políticas públicas inclusivas, igualitarias, con énfasis en las personas en situación de pobreza y marginación”, señala el documento compartido por la ONU.

En ese sentido, el organismo internacional señala que avanzar hacia una sociedad más tolerante e inclusiva es una tarea de la población en su conjunto. “Desde las personas particulares hasta las autoridades de gobierno, de las organizaciones de sociedad civil y las comunidades de base al sector privado, es necesario asumir el compromiso de actuar colectivamente para superar la división, la intolerancia, el odio, el racismo, el sexismo y la discriminación”

“Las Naciones Unidas, bajo el mandato de conservación de un clima de paz y respeto a los derechos humanos, continuará implementando la Iniciativa para la Consolidación de la Paz para Bolivia, renovada recientemente el pasado 4 de diciembre, encaminada a continuar el acompañamiento a los diferentes actores del Estado y la sociedad civil para que los derechos humanos estén en el centro de los esfuerzos de consolidación de la paz y la superación de las diferencias por la vía del diálogo”, finaliza el texto.