El expresidente del Estado, Evo Morales, concedió una entrevista a la agencia de noticias rusa Sputnik en la que habló de su salida del Gobierno de Bolivia y su vida actual en Argentina, donde está refugiado desde diciembre del año pasado.

Morales, en ese sentido, volvió a referirse a las elecciones anuladas del pasado 20 de octubre y reiteró que “no hubo fraude” electoral. Incluso, aseveró que fue un “error” el haber confiado en la OEA para que haga una auditoría del proceso electoral boliviano.

“Lo que sí puedo asegurar que no hubo es fraude. La OEA observó que en 226 mesas hubo irregularidades. En ese caso, según la ley boliviana, debe realizarse una nueva votación en esas mesas. Bolivia tiene más de 300.000 mesas, 226 mesas es el 0,05% de votantes. Sumados todos los votos, los nuestros y los de la derecha, ganamos en primera vuelta. El tema del fraude es un invento para el golpe. Cuando invitamos a hacer auditorías, todos rechazaron la invitación. Es un error haber invitado a la OEA”, aseveró Morales.

Consultado respecto a si se arrepiente de haber convocado a nuevas elecciones – tras denuncias de fraude- y tras hablar de su dimisión a la presidencia - tras perder el apoyo de la Policías y las FFAA, el 10 de noviembre de 2019-, Morales admitió que no sabe si se equivocó o no al tomar esa decisión: “No sé si cometí un error: la historia me juzgará”, sentenció.

Finalmente, Morales señaló que en la actualidad se encuentra concentrado en ser el jefe de campaña del Movimiento al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones y reveló que también se encuentra escribiendo dos libros: uno referido al “golpe de Estado” en Bolivia y una autobiografía.

“Estamos con responsabilidades, conversando telefónicamente con dirigentes. Me otorgaron un mandato como jefe de campaña del MAS para ayudar y coordinar temas. Pero con el coronavirus, está todo paralizado. Estamos terminando un libro sobre el golpe de Estado. También escribí una autobiografía de mi nacimiento, que va desde el 26 de octubre de 1959 hasta el 22 de enero de 2006. Ahora falta la segunda parte, hasta el golpe de Estado. Trabaja conmigo la periodista Stella Calloni”, relató.