Evo Morales aseguró hoy que “legalmente” sigue siendo el presidente de Bolivia y advirtió que cualquier acto del Gobierno de Jeanine Añez “es ilegal”. A través de su cuenta de Twitter, Morales aseguró que “no se cumplieron con los procedimientos legales” para su destitución debido a que, dijo, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) no consideró su renuncia.

“Legalmente sigo siendo Presidente. Mi renuncia no fue considerada por la Asamblea Legislativa como dispone el Art. 161 Num. 3 de la CPE. De haber sido aceptada, tampoco se cumplieron los procedimientos para una sucesión constitucional por lo que Áñez se autoproclamó ilegalmente. Los golpistas no cumplieron los procedimientos legislativos, violan sistemáticamente la Constitución, han desatado una persecución política y cometido crímenes de lesa humanidad.  Todos sus actos son nulos de pleno derecho”, (sic), señaló Morales.

En otro mensaje, la exautoridad – que se encuentra refugiado en Argentina- señaló que constitucionalmente continúa como presidente hasta el 22 de enero del 2020.

“La Ley 651 del 20 de enero de 2015, me proclama como Presidente Constitucional hasta el 22 de enero de 2020. Esta norma no fue abrogada, anulada y menos declarada inconstitucional, por lo que cualquier acto del gobierno de facto de Áñez, Camacho y Mesa es ilegal”, añadió.

Los mensajes de Morales llegan un día después de que la Fiscalía emitiera una orden de aprehensión en su contra por los supuestos delitos de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo, después de que se revelara un audio en el que supuestamente se le escucha ordenando el cerco a las ciudades para impedir el paso de alimentos.

El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, al respecto, afirmó que Morales afronta un proceso ordinario y no un juicio de responsabilidades, ya que los actos por los que se lo investiga fueron realizados después de que renunció a la presidencia.

“La orden de aprehensión para Morales es a partir de las llamadas que habrían sostenido estas dos personas después de dejar la función, por lo tanto es un juicio ordinario y no es un juicio de privilegio, ya que las acciones investigadas se han producido cuando ya no era Presidente”, explicó Lanchipa.

Morales renunció a la presidencia de Bolivia el pasado 10 de noviembre, tras denuncias de un fraude electoral, respaldadas por la OEA, y tras perder el apoyo de la Policía y las Fuerzas Armadas.

Junto a él, renunciaron el vicepresidente del Estado así como los presidentes de las Cámaras de Senadores y Diputados, razón por la que Jeanine Añez – quien era la segunda vicepresidenta del senado- asumió la presidencia amparada en la sucesión constitucional que luego fue reafirmada por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).