La Cámara de Senadores aprobó, con modificaciones, la Ley de Prevención y Control al Consumo de los Productos de Tabaco y la remitió a la Cámara de Diputados para su tratamiento. La finalidad de la norma es regular el consumo de tabaco en el país.

Prohíbe fumar o mantener un producto de tabaco encendido en lugares públicos cerrados, lugares de trabajo interiores tales como: establecimientos de salud, dependencias de instituciones públicas, empresas privadas destinadas a cualquier tipo de actividad industrial, comercial y de servicios, incluidas sus áreas de atención al público y salas de espera, centros comerciales, terminales aéreas, terrestres, acuáticas y estaciones de transporte masivo, medios de transporte público, bibliotecas, salas de lectura, museos y salas de internet, entre otros.

Sobre el empaquetado y etiquetado de productos de tabaco, la norma señala que se deberán incluir imágenes, fotografías, ilustraciones gráficas y frases de advertencias que alerten a la población acerca de los riesgos de consumir productos con tabaco y deberán cubrir un espacio de al menos el 60% de las caras principales, se ubicarán en la parte superior de cada cara.

Asimismo, la norma prohíbe la distribución y venta de cigarrillos sueltos, por unidad o al raleo; la comercialización y venta de productos de tabaco a menores de 18 años de edad; la distribución y venta directa o indirecta a menos de 100 metros de distancia de establecimientos de salud y del Sistema Educativo, sean públicos o privados; y también impide exhibir productos de tabaco en sitios que permitan al usuario o consumidor tomarlos directamente o que estén al alcance de los niños.

Finalmente, la Ley prohíbe toda forma de publicidad, promoción y patrocinio, por cualquier medio de difusión y en puntos de venta callejera, de productos de tabaco en forma directa o indirecta.

“La normativa ha sido ya trabajada durante muchos meses, no solamente con la Organización Panamericana de la Salud, también con asociaciones que buscan reducir el consumo del tabaco, pero también hemos tomado en cuenta al sector productivo, fundamentalmente productores y comercializadores de tabaco, puesto que no es el interés de la normativa generar la asfixia de una industria, sino que será una reducción progresiva eso es lo que esperamos”, manifestó la presidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra.