El ministro de Gobierno, Carlos Romero, descartó hoy que vaya a haber un motín en la Policía boliviana después de las medidas adoptadas tras revelarse posibles vínculos entre ex jefes de la institución del orden con el narcotráfico.

En conferencia de prensa, Romero aseguró que la policía está “unida” y aseguró que “no pagarán justos por pecadores”.

"La Policía está en una actitud firme para colaborar con este proceso de saneamiento, que nos permita separara aquellos elementos. La Policía va colaborar, no tienen por qué pagar justos por pecadores”, expresó.

Las declaraciones de Romero surgen porque se conocieron pronunciamientos de algunos miembros de la Policía que rechazan un cambio de destino y que se los involucre en los hechos de corrupción.

“Mi General solicito ante la autoridad hacer la representación ante el Ministro de Gobierno, que lamentablemente generaliza a la familia policial. Él (Romero) ha asegurado que va a remover a los que están más de cuatro años, no se puede dar una situación de esa naturaleza, seria retroceder a gestiones anteriores”, se escucha en un audio dirigido al Comandante Vladimir Yuri Calderón, según reportó Los Tiempos.

Ante ello, el Ministro de Gobierno enfatizó que no existe malestar dentro de las filas policiales de la ciudad de Santa Cruz.

“El Comandante General, el Comandante Departamental de la Policía ha recibido el apoyo del interior, porque la prioridad es lavar la imagen institucional con medidas que ayuden alejar esos malos elementos, para que no sea la institución cargue con un estigma”, aseveró.

Tras conocerse los posibles vínculos entre exjefes policiales y el narcotráfico, Romero instruyó la reestructuración de todas las unidades del Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz y anunció que los efectivos que tengan cuatro o más años en alguna dependencia serán reubicados a nuevos destinos.

Ordenó también que se incluya en el expediente de cada efectivo policial una declaración jurada de vínculos familiares y afinidad hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad; que haya obligatoriedad en la prueba de polígrafo para los jefes de todas las unidades policiales y de manera aleatoria para otros efectivos.

Por este mismo caso, el coronel Gonzalo Medina y el capitán Fernando Moreira fueron dados de baja de la policía y fueron detenidos preventivamente por los delitos de encubrimiento y asociación delictuosa por tener posibles nexos con el prófugo y acusado por narcotráfico, Roberto Montenegro Paz.